Página 131 - La Segunda Venida y el Cielo (2003)

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Capítulo 19—La música del cielo
El nuevo canto que pronto se cantará
—Hay un día que pronto
ha de amanecer en que los misterios de Dios serán comprendidos, y
todos sus caminos vindicados; cuando la justicia, la misericordia y el
amor serán los atributos de su trono. Cuando la guerra terrenal haya
terminado, y los santos estén todos reunidos en el hogar, nuestro
primer tema será el cántico de Moisés, el siervo de Dios. El segundo
tema será el cántico del Cordero, el cántico de gracia y redención.
Este canto será más alto, y se entonará en estrofas más sublimes,
resonando por los atrios celestiales. Así se canta el cántico de la
providencia de Dios, que relaciona las variadas dispensaciones;
porque todo se ve ahora sin que haya un velo entre lo legal, lo
profético y el evangelio.
La historia de la iglesia en la tierra y la iglesia redimida en el
cielo tienen su centro en la cruz del Calvario. Este es el tema, éste es
el canto—Cristo el todo y en todo—, en antífonas y alabanzas que
resuenan por los cielos entonadas por millares y por diez mil veces
diez mil, y una innumerable compañía de la hueste de los redimidos.
Todos se unen en este cántico de Moisés y del Cordero. Es un cántico
nuevo, porque nunca antes se ha entonado en el cielo.—
Testimonios
para los Ministros, 440
.
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Los ángeles reciben al Rey y sus redimidos con un canto de
triunfo
—En aquel día los redimidos resplandecerán en la gloria
del Padre y del Hijo. Tocando sus arpas de oro, los ángeles darán
la bienvenida al Rey y a los trofeos de su victoria: los que fueron
lavados y emblanquecidos en la sangre del Cordero. Se elevará un
canto de triunfo que llenará todo el cielo. Cristo habrá vencido.
Entrará en los atrios celestiales acompañado por sus redimidos,
testimonios de que su misión de sufrimiento y sacrificio no fue en
vano.—
Joyas de los Testimonios 3:432
.
Música celestial
—El profeta percibe allí sonido de música y de
canto, cual no ha sido oído por oído mortal alguno ni concebido
por mente humana alguna, a no ser en visiones de Dios. “Y los
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