Página 27 - La Segunda Venida y el Cielo (2003)

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Capítulo 5—La segunda venida de Cristo
Una pequeña nube negra es la señal de la venida de Jesús
Pronto aparece en el este una pequeña nube negra, de un tamaño
como la mitad de la palma de la mano. Es la nube que envuelve al
Salvador y que a la distancia parece rodeada de oscuridad. El pueblo
de Dios sabe que es la señal del Hijo del hombre. En silencio solem-
ne la contemplan mientras va acercándose a la tierra, volviéndose
más luminosa y más gloriosa hasta convertirse en una gran nube
blanca, cuya base es como fuego consumidor, y sobre ella el arco iris
del pacto. Jesús marcha al frente como un gran conquistador.—
El
Conflicto de los Siglos, 698
.
Luego se volvieron nuestros ojos hacia el oriente, por donde
había aparecido una negra nubecilla, del tamaño de la mitad de la
mano de un hombre, y que era, según todos comprendíamos, la señal
del Hijo del hombre. En solemne silencio contemplábamos cómo
iba acercándose la nubecilla, volviéndose más y más brillante y
esplendorosa, hasta que se convirtió en una gran nube blanca con
el fondo semejante a fuego. Sobre la nube lucía el arco iris y en
torno de ella aleteaban diez mil ángeles cantando un hermosísimo
himno. En la nube estaba sentado el Hijo del hombre. Sus cabellos,
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blancos y rizados, le caían sobre los hombros; y llevaba muchas
coronas en la cabeza. Sus pies parecían de fuego; en la diestra tenía
una hoz aguda y en la siniestra llevaba una trompeta de plata. Sus
ojos eran como llama de fuego, y con ellos escudriñaba a fondo a
sus hijos.—
Notas Biográficas de Elena G. de White, 72, 73
.
Todo el mundo le verá
—“Porque como el relámpago que sale
del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida
del Hijo del hombre”.
Mateo 24:27
... No se puede remedar semejante
aparición. Todos la conocerán y el mundo entero la presenciará.—
El
Conflicto de los Siglos, 683
.
Jesús regresa en gloria rodeado por una nube de ángeles
Con cantos celestiales los santos ángeles, en inmensa e innumerable
muchedumbre, le acompañan en el descenso. El firmamento parece
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