Página 65 - La Segunda Venida y el Cielo (2003)

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¿Quiénes estarán allí?
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buena batalla, muchos mártires de la fe de Cristo se levantarán de
entre aquellas cavernas tenebrosas.—
El Conflicto de los Siglos, 44
.
Sus fieles servidores
—Con amor inexpresable, Jesús admite a
sus fieles “en el gozo de su Señor”. El Salvador se regocija al ver
en el reino de gloria las almas que fueron salvadas por su agonía y
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humillación. Y los redimidos participarán de este gozo, al contem-
plar entre los bienvenidos a aquellos a quienes ganaron para Cristo
por sus oraciones, sus trabajos y sacrificios de amor. Al reunirse en
torno del gran trono blanco, indecible alegría llenará sus corazones
cuando noten a aquellos a quienes han conquistado para Cristo, y
vean que uno ganó a otros, y éstos a otros más, para ser todos lleva-
dos al puerto de descanso donde depositarán sus coronas a los pies
de Jesús y le alabarán durante los siglos sin fin de la eternidad.—
El
Conflicto de los Siglos, 705
.
Mártires y santos con los ángeles y su Salvador
—Estarán allí
los ángeles, y los santos resucitados y los mártires, y lo mejor de todo,
lo que nos producirá el mayor gozo, es que allí veremos a nuestro
amado Salvador, que sufrió y murió para que pudiéramos disfrutar
tanta felicidad y libertad. Su glorioso rostro resplandecerá con más
brillo que el sol, inundará de luz la hermosa ciudad y reflejará su
gloria en derredor.—
Mi vida hoy, 368.1
.
Niños
—Habrá niños allí. Jamás reñirán ni discutirán. Su amor
será ferviente y santo. También tendrán una corona sobre la frente y
un arpa en las manos. Y sus caritas, que tantas veces reflejaban pena
y preocupación, irradiarán santo gozo, como reflejo de su perfecta
libertad y dicha.—
Mi vida hoy, 368.1
.
Una carta consoladora
Querido hermano,
Me resulta difícil saber qué decirle. Quedé abrumada con la
noticia de la muerte de su esposa. Me resultaba difícil creerlo... El
sábado pasado por la noche, Dios me dio una visión que ahora le
transmito...
Vi que ella estaba sellada y que resucitará a la voz de Dios
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y estará con los 144.000. Vi que no necesitábamos llorarla; ella
descansará en el tiempo de prueba y todo lo que debemos lamentar
es nuestra propia desgracia por estar privados de su compañía. Vi
que su muerte era para bien.—
FCV, 175.1
.