Página 191 - Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio (1993)

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A cuatro ministros profanos
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realizar y todos pueden hacer su parte (me refiero a su familia) si
ellos quisieran entregarse al Señor y tener una parte en su causa.
Encontrará suficiente lugar para trabajar, y si se dispone a trabajar
con mansedumbre y humildad, redimiendo los errores pasados de
su vida, Dios lo aceptará. Hay necesidad de obreros en Inglaterra,
y la ventaja de aquel país respecto de otras partes de Europa, es
que nuestros hermanos norteamericanos no necesitan trabajar con la
ayuda de un traductor...
Si fuera a Inglaterra encontraría, ciertamente, suficiente trabajo
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para realizar. Dios es misericordioso, se apiada de nuestras debi-
lidades; perdona nuestras transgresiones y, si vivimos penitente y
humildemente, si dejamos de practicar el mal y hacemos el bien, el
Señor nos aprobará. Quiera el Señor enseñarle y obrar en su favor.
Me gustaría que hubiera muchos más hombres que estuvieran
dispuestos a entregarse al trabajo misionero en Inglaterra. Ese país
cuenta con pocos obreros. Quisiéramos misioneros con quienes
Dios pueda trabajar y a los cuales pueda bendecir. Quisiéramos
hombres que sientan la carga por las almas, hombres que trabajen
como Cristo trabajaba: con celo, desinteresadamente, para salvar
a los pecadores e iluminar a quienes están en tinieblas. Le escribo
esta breve carta, pensando que es todo lo que debo escribirle. Su
hermana en Cristo.—
Carta 41, 1886
.
Pensamientos y fantasías impuros
—Pastor Z: Me siento
muy afligida por Ud. Temo; sí, temo mucho que Ud. nunca podrá
entrar en el reino de Dios. Me duele mucho el corazón cuando
considero su caso. Ud. está bajo la luz de un siervo delegado del
Señor Jesucristo y, no obstante, tan anublado por la contaminación,
que los santos ángeles no pueden allegarse a Ud. No es asunto
nuevo el hecho que sus pensamientos se han corrompido por medio
de fantasías y deseos impuros. Ud. no se ha alejado de los deseos
ilegítimos y de los pensamientos concupiscentes. Cuando nos vimos
en Healdsburg y me refirió que había ganado la victoria, lo que dijo
fue una falsedad, pues Ud. sabía que lo que me estaba diciendo no
era verdad.
La mosca en la telaraña
—Me fue presentada su vida pasada
como la de alguien que no tiene fuerza interior para resistir el mal,
Carta dirigida a un ministro que no se arrepintió.