Página 200 - Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio (1993)

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Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio
atontada por su gobierno despótico y dominante al disciplinar a sus
hijos.
Después de dejar a Fannie, Ud. centró sus afectos en otra mujer.
Esto revela lo que puede hacer si se le presenta la oportunidad. Ud.
galantea a las jóvenes y de esa manera obtiene su amor, pues si
quiere, sus maneras pueden ser atractivas y llenas de gracia. Cuando
estas cosas pasaron delante de mí, me sentí indignada. No puedo ni
podré guardar silencio sobre este asunto. Determiné que le quitaría
el velo a un hombre que no tiene principios. Sus ideas acerca de lo
que debería ser un cristiano son tan desemejantes a los principios
expuestos en la Palabra de Dios, que no debe confiársele responsa-
bilidad alguna en relación con la causa de Dios.—
Carta 18, 1896
, (9
de abril de 1896).
Carta a I. N. Williams, presidente de la Asociación de
Pennsylvania [de la cual era miembro W. F. C.]
—Nos hemos
sentido muy atribulados en relación con el hermano W. F. C., que
espera regresar a los Estados Unidos en el barco de este mes. Ha
revelado inclinación por la compañía de mujeres jóvenes, mucha
jovialidad y se conduce como un muchacho. Hace aproximadamente
un año, por sugerencia de mi hijo, W. C. White, lo empleé para
escribir a máquina con Fannie Y; ella le leía el manuscrito. Pronto
me sentí preocupada. Vez tras vez recibí observaciones. Le hablé
acerca de la libertad y el placer que manifestaba en la compañía de
mujeres jóvenes, de su conducta frívola, pero me dijo que siempre
había sido sociable con las jóvenes, y que pensaba que no había
nada malo en ello.
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Queríamos ayudarlo, pues no tenía dinero y no andaba bien de
ropa. Posee buenas cualidades y podría haberse desarrollado como
un competente ayudante de W. C. [White], o para mí misma. Pero
no me atrevo a seguir teniéndolo como miembro de mi equipo.
Comenzó a ligarse mucho a Fannie Y, y el asunto se mantuvo
engañosamente antes que supiera que su esposa había obtenido el
divorcio. Luego de saberlo, se sintió muy aliviado, pues su corazón
se enajenó totalmente por ella. Pero el Señor me proporcionó ilu-
minación sobre el asunto. Considero que él tiene mayor culpa que
su esposa, porque él afirma creer las verdades sagradas, pero ella
no. No ha sido un esposo bondadoso, cariñoso; no ha sido paciente
y sufrido cuando su esposa lo desagradaba en algo. No puedo ver