Página 242 - Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio (1993)

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Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio
Pedro negó a su Señor en la hora de la prueba, pero Jesús no
abandonó a su pobre discípulo. Aunque Pedro llegó a odiarse a sí
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mismo, el Señor lo amaba y, después de la resurrección, lo llamó
por su nombre y le envió un afectuoso mensaje. ¡Qué Salvador bon-
dadoso, amante y compasivo tenemos! Nos ama aunque cometamos
errores.
Dulces promesas de Dios
—No se angustie alejada de los brazos
del querido Salvador, sino descanse en él confiadamente y con fe. El
la ama; se preocupa por Ud. La está bendiciendo y le conferirá su
paz y su gracia. Le dice: “Tus pecados te son perdonados”.
Mateo
9:2
. Ud. puede sentirse deprimida debido a flaquezas corporales,
pero ello no es una evidencia de que el Señor no está obrando en su
favor diariamente. La perdonará, y abundantemente. Una su alma
a las dulces promesas de Dios. Jesús es nuestro amigo permanente,
indefectible, y quiere que Ud. confíe en él.
Dios está siempre activo, y lo mismo pasa con Satanás. Este
tratará de desviar nuestras mentes del poderoso Ayudador, para que
ponderemos la degradación de nuestras almas, sintamos que todas
sus facultades han sido derrochadas y que Dios ha sido deshonrado.
Mire fuera de Ud., a la perfección de Cristo.
Cristo nuestra justicia
—No podemos fabricarnos justicia. Cris-
to tiene en sus manos las vestiduras puras de justicia para vestirnos
de ellas. Se expresará con palabras de perdón y promesa. Ofrece a
nuestras almas sedientas la fuente de aguas vivas para que nos refri-
geremos. Nos invita a acudir a él con todas nuestras cargas, pesares,
y nos dice que hallaremos descanso. Si nos dirigimos a él, debemos
creer que en su palabra hay perdón, que tenemos que ejercer nuestra
fe y descansar en su amor. El corazón es movido por todo lo que es
tierno, puro y elevado: aspiración noble, gozo santificado, motivos
puros, compasión y ayuda que se torna indispensable.
Ofrecimiento de perdón gratuito
—Jesús sabe de las culpas
del pasado y nos ofrece perdón; no debemos deshonrarlo dudando
de su amor. El sentimiento de culpa debe ser depositado al pie de
la cruz del Calvario. La perversidad ha envenenado las fuentes de
la vida y la verdadera felicidad. Jesús nos dice: “Pon todo sobre
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mí. Yo cargaré con tus pecados. Te daré paz. No desprecies más tu
estima propia porque te he comprado con mi propia sangre. Eres