Página 41 - Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio (1993)

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Conducta del cónyuge cristiano
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los a cabo en armonía con la voluntad de Dios. Oh, hermana mía,
Ud. puede sentirse muy limitada en cuanto a la posesión de bienes
materiales, puede ser humilde su suerte en la vida, pero Jesús no la
abandona por ello, ni le pide que abandone a su familia por una u
otra causa. Dios le ha confiado una mayordomía y la ha hecho una
depositaria en el seno de su propia familia. Trate de prepararse para
esa obra, y él estará a su lado para bendecir todas sus realizacio-
nes para que pronto, cuando llegue el tiempo del ajuste de cuentas
respecto de la administración de lo que se le ha confiado, el Señor
pueda decirle: “Bien hecho, buena sierva y fiel”.
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Su esposo tiene derechos. Sus hijos también lo tienen, y Ud. no
puede ignorarlos. Tenga un talento, tres o cinco, Dios le ha confiado
a Ud. su obra. Los padres son descuidados con los deberes de la
casa. No se conforman a la norma bíblica. Pero Dios no confiará la
tarea de rescatar almas a quienes abandonen su hogar, su compañero
de la vida o sus hijos, pues los tales demuestran con ello infidelidad
a sus sagrados votos y responsabilidades. Dios no le confiará, pues,
las riquezas eternas...
La obra de la madre cristiana comienza en el círculo familiar,
cuando hace de su hogar lo que debería ser: un lugar placentero para
su esposo tanto como para sus hijos. Estos seres queridos están en
sus manos para que los eduque fielmente...
La madre es un agente de Dios
—Regañar, irritar a los demás y
rodear el alma de lobreguez, tan sólo producirán sombras y desánimo
en la vida familiar. Las madres no aprecian ni siquiera la mitad
de sus posibilidades y privilegios. Daría la impresión de que no
entienden que pueden ser misioneras del más alto carácter, obreras
que colaboran con Dios ayudando a sus hijos en la formación de
caracteres simétricos. Esta es la gran obra que Dios les ha confiado.
La madre es el agente de Dios para cristianizar a su familia. Debe
dar ejemplo de lo que es la religión de la Biblia, demostrando cómo
su influencia debe controlar los deberes y placeres cotidianos, y
enseñar a sus hijos que sólo por la fe podrán ser salvos, por la gracia,
que es un don de Dios. Esta enseñanza constante de lo que Cristo
es para nosotros y para ellos; su amor, su bondad, su misericordia
revelados en el gran plan de redención, producirá en el corazón de
los hijos una impresión sagrada y santificadora.—
Carta 28, 1890
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