Página 60 - Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio (1993)

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Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio
guiendo sus propios caminos y su propia voluntad fuerte, desafiante,
determinada?
Reflexiones ante el espejo de Dios
—Ud. ha mantenido sus
propias ideas sin tomar en cuenta lo recto o la justicia. ¿Vale la pena,
Laura? ¿Puede permitirse gastar siquiera los pocos momentos del
tiempo de prueba en la clase de vida que ha elegido? Si hubiera
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consentido en vivir con Walter, seguramente no habría sido más
infeliz de lo que es. Ud. ha tomado determinaciones siguiendo su
propia voluntad, pero, ¿son ellas la voluntad de Dios? Yo quisiera
que Ud. se viera como Dios la ve. Una vez amó a Dios, pero ahora se
ha olvidado de su primer amor. Ud. no ama a Dios, no ama lo santo.
Su influencia sobre los demás no es sabor de vida para vida, sino de
muerte para muerte. En vez de crecer en gracia y conocimiento de
nuestro Señor y Salvador Jesucristo, Ud. está alejándose cada vez
más del Señor.
Frialdad y declinación espiritual
—Si Ud. hubiera seguido el
camino correcto, no habría revelado esta declinación espiritual. La
Biblia dejó de ser preciosa para Ud. como lo era antes. La lee un
poco por un sentido del deber, pero no porque quiera oír la voz de
Dios en su Palabra. Ora de vez en cuando, pero para cumplir una
mera fórmula. No lleva todas sus cuitas a Dios ni clama con corazón
humilde para conocer sus caminos y su voluntad. No podemos
aprobar su conducta; no hemos sentido que su ejemplo es digno de
ser seguido por alguien.
En vez de ensanchar la marca que la separa del mundo, Ud. la ha
estrechado hasta el punto de haberla borrado. Si el Señor dijera hoy:
“Corten el árbol, ¿por qué obstruye el suelo?” Ud. no tendría parte
en la primera resurrección. Su conversación no es refinada ni selecta;
nadie podría imaginarse que Ud. es cristiana por su conversación
suelta y descuidada, y por las compañías que ha elegido en los
últimos años. Ud. se está arruinando cada día y—y lo mismo está
pasando con su hermana—, haciendo más duro y difícil desandar
sus pasos.
¿Negligente y descuidada del todo?
—¿Puede Ud. permitirse
todo esto? ¿Ha llegado, por acaso, a ser negligente y descuidada con
su alma? Tengo un mensaje del Señor para Ud.: No necesita perder
las esperanzas, sino retornar al Señor. “Buscad al Señor mientras
puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío