Página 61 - Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio (1993)

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Consejos a Walter y Laura
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su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová,
el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio
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en perdonar”.
Isaías 55:6, 7
.
Pierda de vista todo, menos una cosa: el estado de su alma. Si
la enfermedad o la muerte súbita le sobreviniera hoy, ¿cuál es su
esperanza de entrar en las mansiones que Jesús ha ido a preparar
para aquellos que lo aman? ¿Habría muerto Jesús en vano por Ud.?
¿Eligirá sus propios caminos, su propia voluntad y rechazará los
caminos del Señor?
Necesidad de retornar a Dios
—Su corazón se ha ido poniendo
cada vez más duro, Laura, pero caiga sobre la Roca y sea quebran-
tada; ríndase a Dios, regrese al Señor. Los mismos rayos puros del
Sol de justicia que brillaron sobre su corazón y lo derritieron, que
iluminaron su mente una vez, están ahora en búsqueda de su mente
y su corazón. El mismo Jesús que habló a su alma de perdón, vuelve
a hablarle hoy. Su sangre no ha perdido nada de su eficacia; puede
limpiarla de todo pecado. El mismo Espíritu que una vez la atrajo
a Jesús con las cuerdas de su amor, está aguardando para llevarla
de vuelta a él. No piense en nada más que en Jesús. Quebrante su
corazón, confiese sus pecados, olvídelos y vuélvase al Señor con
todo el corazón. Cuando se manifieste en Ud. esta determinación de
rectitud ante Dios, de cambiar sus caminos por los de Dios, entonces
él la restaurará para salvación.
La fuerza de voluntad debilitada
—Algunas cosas que ahora
parecen imposibles cambiarán de apariencia cuando su corazón sea
transformado por la gracia de Dios. Algunas veces se ha entristecido
porque sabe que está en una condición perdida y que está contristan-
do al Salvador con sus errores. Cuando Ud. “vuelva en sí” quedará
asombrada de la distancia que ha puesto entre Ud. y el Salvador.
Una y otra vez ha resuelto reformarse, pero ha fracasado; a menudo,
porque tomó resoluciones basadas en su propia fuerza. Su capacidad
moral se ha debilitado. Su fuerza de voluntad es fuerte, pero no de
parte del Señor. Ud. no es capaz de fijar su mente en la Palabra de
Dios. Ha hablado bastante, pero ello tan sólo la ha hundido más. Su
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corazón no siente nada cuando intenta orar.
El grito del pecador
—Ahora tendrá que hacer un esfuerzo de-
sesperado. Sáquese a Ud. misma de su mente, sáquese la idea de
conseguir el divorcio, saque de su mente a Walter; aléjese de todo lo