Página 121 - Testimonios para los Ministros (1979)

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La alta norma de Dios
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Prestad especial atención a estas palabras: “Cualquiera, pues,
que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre
prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y
vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa;
y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera
que me oye estas palabras, y no las hace, le compararé a un hombre
insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y
vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella
casa; y cayó, y fue grande su ruina”. Muchas casas que ahora se
creen seguras caerán. El Señor declara que no aceptará un servicio
dividido.
Preciosas advertencias y promesas
Si prestáis atención a las advertencias que se hallan en los capítu-
los que se me ha instruido a presentar delante de vosotros, cambiaréis
vuestra actitud, y llegaréis a ser hijos de Dios. Así podréis salvar
vuestras almas por la fe en Cristo Jesús. Recibiréis el consejo dado
en el (
capítulo 58
) de Isaías. Si seguís las instrucciones señaladas,
se cumplirá la promesa: “Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu
salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la
gloria de Jehová será tu retaguardia. Entonces invocarás, y te oirá
Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de
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ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad; y si dieres tu
pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá
tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía. Jehová te pastoreará
siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos;
y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas
aguas nunca faltan”.
Emprended la obra que se os ha señalado. El Señor cumplirá la
promesa por su parte. Estos textos inspirados nunca os habrían sido
dados si el Señor no hubiera tenido confianza en que podéis hacer
todas las cosas que él ha requerido. Podéis escuchar la invitación:
“Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso
y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;
porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”.
Podéis elevaros hasta las alturas a las cuales os invitan las Santas
Escrituras. La verdadera religión significa vivir la Palabra en vuestra