Página 132 - Testimonios para los Ministros (1979)

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Testimonios para los Ministros
días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de
tus hijos. El día que estuviste delante de Jehová tu Dios en Horeb,
cuando Jehová me dijo: Reúneme el pueblo, para que yo les haga oír
mis palabras, las cuales aprenderán, para temerme todos los días que
vivieren sobre la tierra, y las enseñarán a sus hijos... Y él os anunció
su pacto, el cual os mandó poner por obra: los diez mandamientos,
y los escribió en dos tablas de piedra”.
“Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a
Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas
tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu
corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu
casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y
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las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre
tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas”.
“Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu
Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los
pueblos que están sobre la tierra. No por ser vosotros más que todos
los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros
erais el más insignificante de todos los pueblos; sino por cuanto
Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros
padres, os ha sacado Jehová con mano poderosa... Guarda, por tanto,
los mandamientos, estatutos, y decretos que yo te mando hoy que
cumplas”. Leed, os ruego, con cuidado todo el capítulo séptimo de
Deuteronomio, y meditad en la Palabra de Dios.
¿Os apartaréis de un sencillo “Así dice Jehová” después de leer
la historia del pecado de Adán y su caída? El cayó porque desechó
las palabras de Jehová y prestó oído a las palabras de Satanás. ¿Vale
la pena cometer transgresión? Por la transgresión Adán perdió el
Edén. Por la transgresión de los mandamientos de Dios el hombre
perderá el cielo, y una eternidad de bendición. Estas no son fábulas
ociosas, sino la verdad. De nuevo pregunto: ¿De qué lado estáis
vosotros? “Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él”.
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