Página 208 - Testimonios para los Ministros (1979)

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Testimonios para los Ministros
Considere todo aquel que ama a Dios que ahora, mientras es
de día, es tiempo, no de trabajar entre las ovejas que ya están en
el redil, sino de salir a buscar a los perdidos y a los que perecen.
Estos necesitan ayuda especial para ser traídos de vuelta al redil.
Ya es tiempo de que los indiferentes despierten de su sueño. Ya es
tiempo de rogar a las almas que no solamente escuchen la Palabra de
Dios, sino que se apresuren en llenar de aceite las vasijas juntamente
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con sus lámparas. El aceite es la justicia de Cristo. Representa el
carácter, y el carácter no es transferible. Nadie puede obtenerlo para
darlo a otro. Cada uno debe lograr para sí un carácter purificado de
toda mancha de pecado.
El Señor viene con poder y gran gloria. Entonces separará com-
pletamente a los justos de los impíos. Pero el aceite no podrá ser
transferido en ese momento a las vasijas de los que no lo tienen.
Entonces se cumplirán las palabras de Cristo: “Dos mujeres estarán
moliendo juntas; la una será tomada, y la otra dejada. Dos estarán
en el campo; el uno será tomado, y el otro dejado”. Los justos y los
impíos deben estar relacionados en la obra de la vida. Pero el Señor
lee el carácter; él discierne a los que son hijos obedientes, a los que
respetan y aman sus mandamientos.
La cizaña y el trigo
Quizá el observador no discierna ninguna diferencia; pero hay
Uno que dijo que la cizaña no había de ser arrancada por manos
humanas para que no fuera desarraigado también el trigo. Crezcan
juntas ambas plantas hasta la cosecha. Entonces el Señor envía a sus
segadores a juntar la cizaña y atarla en manojos para ser quemada,
mientras el trigo es acopiado en el granero celestial. El tiempo del
juicio es un período muy solemne, cuando el Señor reúne a los suyos
de entre la cizaña. Los que han sido miembros de la misma familia
son separados. Se coloca una señal sobre los justos. “Y serán para
mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que
yo actúe; y los perdonaré como el hombre que perdona a su hijo que
le sirve”. Los que han sido obedientes a los mandamientos de Dios
se unirán con el grupo de los santos en luz; ellos entrarán por las
puertas en la ciudad, y tendrán derecho al árbol de la vida. El uno
será tomado. Su nombre estará en el libro de la vida, mientras otros
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