Página 241 - Testimonios para los Ministros (1979)

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Métodos, principios y motivos correctos
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en su justicia. “Y habló el ángel, y mandó a los que estaban delante
de él, diciendo: Quitadle esas vestiduras viles. Y a él le dijo: Mira
que he quitado de ti tu pecado, y te he hecho vestir de ropas de gala.
Después dijo: Pongan mitra limpia sobre su cabeza. Y pusieron una
mitra limpia sobre su cabeza, y le vistieron las ropas. Y el ángel de
Jehová estaba en pie”. ¿Pronunciarán los hijos de Dios, los que han
sido puestos en cargos de confianza, las palabras de Satanás contra
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los hijos de Dios? Actuemos como cristianos, leales como el acero a
Dios y a su santa obra; listos para descubrir las artimañas de Satanás
en la obra oculta y engañosa que realiza por medio de los hijos de
desobediencia.
Nuestras palabras
“Vuestras palabras contra mí han sido violentas, dice Jehová. Y
dijisteis: ¿Qué hemos hablado contra ti? Habéis dicho: Por demás es
servir a Dios. ¿Qué aprovecha que guardemos su ley, y que andemos
afligidos en presencia de Jehová de los ejércitos? Decimos, pues,
ahora: Bienaventurados son los soberbios, y los que hacen impiedad
no sólo son prosperados, sino que tentaron a Dios y escaparon”.
Estas son las palabras de los no consagrados, que se separan de Dios
cegados por el enemigo. No pueden percibir los caminos y las obras
de Dios. Después se presenta el grupo opuesto: “Entonces los que
temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero”. Estas palabras
no contenían maledicencia contra los hermanos ni quejas contra
Dios; en cambio, eran palabras pronunciadas por corazones sinceros,
en las cuales no había engaño ni sigilo ni insidia. “Y Jehová escuchó
y oyó y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen
a Jehová, y para los que piensan en su nombre. Y serán para mí
especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo
actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que
lo sirve. Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el
justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no lo sirve”.
Nuestra fuerza está en la unión con Cristo
Quiera el Señor bendecir a su pueblo con visión celestial, para
que se dé cuenta de que los hijos de Dios y el mundo nunca pueden
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estar en sociedad. Todo el que quiera ser amigo del mundo será