Página 258 - Testimonios para los Ministros (1979)

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Testimonios para los Ministros
Battle Creek la necesitan ahora mismo! ¿No buscaréis a Dios muy
humildemente, para que podáis dar el mensaje a Laodicea con voz
clara y distinta? ¿Dónde están los atalayas de Dios para que vean el
peligro y den la voz de alarma? Estad seguros de que han de venir
mensajes por medio de labios humanos, que serán inspirados por el
Espíritu Santo. “Clama a voz en cuello, no te detengas... anuncia
a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado. Que me
buscan cada día... como gente que hubiese hecho justicia, y que no
hubiese dejado la ley de su Dios”.
Somos soldados de Cristo. El es el capitán de nuestra salvación y
nosotros estamos bajo sus órdenes y reglamentos. Hemos de usar su
armadura; hemos de marchar solamente bajo su estandarte. Hemos
de someter, no a los soldados hermanos nuestros, sino a nuestros
enemigos, para que edifiquemos el reino de Cristo. Somos obreros
juntamente con Dios. Hemos de estar investidos de toda la armadura
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de Dios y trabajar como a la vista del universo del cielo. Cumpla
cada hombre con su deber, tal como se lo asigna Dios
La necesidad de dirección divina
Cristianía, Noruega,
1 de octubre de 1885
Querido Hno.-----,
Me he sentido más triste de lo que puedo expresar al saber que
por instrucción suya los hermanos ----- y ----- trataron de detener
la obra que se estaba realizando en las reuniones generales de -----.
No podría haberles aconsejado que hicieran algo peor, y no debiera
haberles confiado una tarea que no estaban en condiciones de hacer
sabiamente. Tenga cuidado al reprimir la obra que está avanzando
en alguna localidad. Realmente se está haciendo bastante poco en
todas partes y, por cierto, no es conveniente tratar de reducir las
actividades misioneras.
Después de repasar las cosas cuidadosamente y con oración,
escribí como lo hice en mis apuntes de viaje. Quise presentar el
asunto de tal manera que no desanimara a los obreros que estaban
trabajando en -----, en su esfuerzo por hacer algo, aunque quise darles
[
Estudio adicional:
Testimonies for the Church 2:503
;
Testimonies for the Church
4:413
;
Joyas de los Testimonios 1:474-482
;
Joyas de los Testimonios 3:288-297, 228-231
.
]