Página 308 - Testimonios para los Ministros (1979)

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Testimonios para los Ministros
justicia, ascenderán delante de Dios como una nube de fragante y
santo incienso, plenamente aceptables.
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Pero ha sido ofrecido fuego extraño con el empleo de palabras
rudas, la importancia propia, la exaltación del yo, la justicia propia, la
autoridad arbitraria, el espíritu dominante, la opresión, la restricción
de la libertad del pueblo de Dios; habéis atado a los hijos de Dios
con planes y reglas que Dios no ha dictado, ni han surgido en su
mente. Todas estas cosas son fuego extraño, no reconocido por Dios,
y son una permanente tergiversación de su carácter.
Tengo un mensaje para vosotros: “Buscad a Jehová mientras
puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el im-
pío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a
Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual
será amplio en perdonar. Porque mis pensamientos no son vuestros
pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como
son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos
que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensa-
mientos. Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y
no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir,
y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra
que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo
quiero, y será prosperada en aquello para que la envié”.
“El derecho se retiró”
“Y el derecho se retiró, y la justicia se puso lejos; porque la
verdad tropezó en la plaza, y la equidad no pudo venir. Y la verdad
fue detenida, y el que se apartó del mal fue puesto en prisión; y lo
vio Jehová, y desagradó a sus ojos, porque pereció el derecho. Y
vio que no había hombre, y se maravilló que no hubiera quien se
interpusiese; y lo salvó su brazo, y le afirmó su misma justicia. Pues
de justicia se vistió como con una coraza, con yelmo de salvación
en su cabeza; tomó ropas de venganza por vestidura, y se cubrió
de celo como de manto... Y temerán desde el occidente el nombre
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de Jehová, y desde el nacimiento del sol su gloria; porque vendrá
el enemigo como río, mas el Espíritu de Jehová levantará bandera
contra él. Y vendrá el Redentor a Sion, y a los que se volvieren de
la iniquidad en Jacob, dice Jehová”.