Página 406 - Testimonios para los Ministros (1979)

Basic HTML Version

402
Testimonios para los Ministros
serán avergonzados. En Jehová será justificada y se gloriará toda la
descendencia de Israel”.
Todo yugo debe ser quebrantado
Transcribo estas líneas plenamente porque se me ha mostrado
que los pastores y los hermanos están cada vez más tentados a
confiar en el hombre finito para obtener sabiduría y a hacer de la
carne su brazo. A los presidentes de asociación y a los hombres que
ocupan puestos de responsabilidad, les doy este mensaje: Romped
los lazos y los grillos con que se ha aprisionado al pueblo de Dios.
A vosotros se os dirigen estas palabras: “Que rompáis todo yugo”.
[481]
A menos que ceséis en el empeño de que el hombre sea responsable
ante el hombre, a menos que lleguéis a ser humildes de corazón y
vosotros mismos aprendáis como niñitos el camino del Señor, él os
apartará de su obra. Tenemos que tratarnos como hermanos, como
colaboradores, como hombres y mujeres que buscan, juntamente con
nosotros, tanto la luz como la comprensión del camino del Señor, y
que son celosos de su gloria.
Dios declara: “Seré glorificado en mi pueblo”; pero debido a la
confianza propia manifestada por los hombres al administrar la obra,
se ha puesto a Dios a un lado, y se han aceptado los planes de los
hombres. Si permitís que esta situación continúe, vuestra fe pronto
se extinguirá. Dios está en todas partes observando la conducta de
las personas que profesan representar los principios de su Palabra.
Pide que las cosas cambien. Quiere que su pueblo sea modelado y
conformado, no según las ideas de los hombres, sino a semejanza de
Dios. Os ruego que escudriñéis las Escrituras como nunca lo habéis
hecho antes para que conozcáis el camino y la voluntad de Dios.
¡Ojalá cada alma sea impresionada por este mensaje y se aparte del
error!
La experiencia de Pablo
Haríamos bien en estudiar cuidadosamente los capítulos primero
y segundo, de la primera epístola a los Corintios. “Nosotros predi-
camos a Cristo crucificado—declara el apóstol—, para los judíos
ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; mas para los
llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría