Página 60 - Testimonios para los Ministros (1979)

Basic HTML Version

56
Testimonios para los Ministros
para presentar un testimonio vivo, y les han dado evidencia de que
esta luz los calificaría mejor para preparar a un pueblo para estar
en pie en el gran día de Dios? ¿Han buscado el consejo de aquellos
que han llevado y siguen llevando la verdad, y que están dando al
[49]
mundo el último mensaje de amonestación? ¿Han tomado consejo
con aquellos que han tenido una profunda experiencia en las cosas
de Dios? ¿Por qué estos hombres, tan llenos de celo por la causa,
no estaban presentes en el Congreso de la Asociación General reali-
zado en Battle Creek, como lo estuvieron los hombres devotos en
Jerusalén en ocasión del derramamiento del Espíritu Santo? En el
gran centro de la obra, los hombres abrieron sus tesoros de luz; y
mientras el Señor estaba derramando su Espíritu sobre el pueblo,
¿recibieron estos hombres la unción celestial? Mientras la influencia
profunda del Espirítu de Dios se manifestaba en el pueblo y las
almas se convertían, y los corazones duros se quebrantaban, había
quienes escuchaban las sugestiones de Satanás y eran inspirados de
celo de abajo para salir a proclamar que precisamente el pueblo que
recibe el Espíritu Santo, que ha de recibir la lluvia tardía y la gloria
que debe iluminar a toda la tierra, es Babilonia. ¿Les dio el Señor
a estos mensajeros su mensaje? No, porque no era un mensaje de
verdad.
La iglesia, la luz del mundo
Aunque existen males en la iglesia, y los habrá hasta el fin
del mundo, la iglesia ha de ser en estos postreros días luz para un
mundo que está contaminado y corrompido por el pecado. La iglesia,
debilitada y deficiente, que necesita ser reprendida, amonestada y
aconsejada, es el único objeto de esta tierra al cual Cristo concede
su consideración suprema. El mundo es un taller en el cual, por la
cooperación de los agentes humanos y divinos, Jesús está haciendo
experimentos por su gracia y misericordia divina en los corazones
humanos. Los ángeles se asombran al contemplar la transformación
del carácter realizada en aquellos que se entregan a Dios, y expresan
[50]
su gozo en cantos de arrobada alabanza a Dios y al Cordero. Ven a
aquellos que son por naturaleza hijos de la ira, convertirse y llegar a
ser colaboradores con Cristo para traer almas a Dios. Ven a aquellos
que estaban en tinieblas transformarse en luces que resplandecen