Página 89 - Testimonios para los Ministros (1979)

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Amonestaciones fieles y fervientes
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les impiden recibir el manto blanco del carácter, que es la justicia
de Cristo. Quedan confundidos con respecto a lo que les es lícito
hacer como cristianos. No quieren que se piense que son raros, y
naturalmente se inclinan a seguir el ejemplo de los demás. Así caen
bajo la influencia de quienes nunca tuvieron el toque divino en el
corazón o en la mente.
En estas reuniones excitantes, seducidos por el hechizo y la pa-
sión de la influencia humana, jóvenes que fueran cuidadosamente
instruidos a obedecer la ley de Dios, son inducidos a vincular sus
afectos con aquellos cuya educación ha sido un error, y cuya ex-
periencia religiosa ha sido un fraude. Se venden a un vínculo que
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dura toda la vida. Mientras vivan, tendrán que ser estorbados por
su unión con una persona de carácter barato y superficial, que vive
para la ostentación, pero que no tiene el precioso ornamento interior
de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de
Dios. Cuando la enfermedad y la muerte visiten a aquellos que han
vivido tan sólo para agradarse a sí mismos, éstos descubrirán que
no han provisto aceite en las vasijas de sus lámparas, y están total-
mente ineptos para cerrar la historia de su vida. Esto ha ocurrido, y
continuará ocurriendo.
Preguntamos acerca de aquellos que han tenido gran luz en
Battle Creek: ¿Ha perdido la verdad de Dios su influencia sobre
el alma? ¿Se ha empañado el oro fino? ¿Cuál ha sido la causa de
este fanatismo y de este entusiasmo? Una terrible responsabilidad
descansa sobre los padres amadores del mundo y egoístas, porque el
pecado está a su puerta. ¡Cuánto más favorable sería si los edificios
de la escuela que están ahora en Battle Creek se hallaran lejos de
la ciudad, y separados de una comunidad tan grande de profesos
observadores del sábado!
Cunde una mala impresión
Está cundiendo en el mundo la impresión de que los adventistas
del séptimo día están dando a la trompeta un sonido incierto, y que
están siguiendo la senda de la mundanalidad
. Hay familias en Battle
Creek que se están apartando de Dios al hacer planes de casamiento
con personas que no tienen amor por Dios, que han llevado una
vida frívola, que nunca han practicado la abnegación y no conocen