Página 154 - La Temperancia (1976)

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La Temperancia
Todos pueden ganar el premio, y obtener y llevar la corona de gloria
inmortal que no se desvanece. ...
Promesas para el vencedor
—El mundo no debe ser criterio
para nosotros. Es de buen tono dar rienda suelta al apetito en ali-
mentos copiosos y estimulantes antinaturales, fortaleciendo así las
propensiones animales y dañando el crecimiento y desarrollo de las
facultades morales. Pero no se da ninguna seguridad a ningún hijo
o hija de Adán de que puede llegar a ser un victorioso vencedor en
la guerra cristiana a menos que decida practicar la temperancia en
todas las cosas. Si hace así, no luchará como quien hiere al aire.
Si los cristianos mantienen su cuerpo en sumisión, y ponen
todos sus apetitos y pasiones bajo el dominio de una conciencia
iluminada, sintiendo que es una obligación que deben a Dios y a
sus prójimos obedecer las leyes que gobiernan la salud y la vida,
tendrán la bendición del vigor físico y mental. Tendrán el poder
moral para entrar en la lucha contra Satanás; y en el nombre de
Aquel que venció el apetito en favor de ellos, llegarán a su vez a
ser más que vencedores por sí mismos. Esta guerra está abierta para
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todos los que quieran entrar en la batalla.—
The Signs of the Times,
2 de octubre de 1907
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