Temperancia y espiritualidad
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Moisés predicó mucho sobre el asunto, y la razón por la cual
el pueblo no entró en la tierra prometida se debía a la repetida
indulgencia del apetito. Nueve décimas de la maldad entre los niños
de hoy es causada por la intemperancia en el comer y en el beber.
Adán y Eva perdieron el Edén por la complacencia del apetito, y
nosotros solamente podemos ganarlo de nuevo si nos reformamos.—
The Review and Herald, 21 de octubre de 1884
.
Corred para que la obtengáis
—Hay preciosas victorias que
ganar; y los vencedores en esta lucha contra el apetito y toda concu-
piscencia mundana recibirán una corona de vida que no se disipará,
un hogar bienaventurado en aquella ciudad cuyas puertas son de
perlas y cuyos fundamentos son de piedras preciosas. ¿No vale la
pena luchar por ese premio? ¿No vale la pena cada esfuerzo que
podemos hacer. Entonces corramos para obtenerlo.—
The Signs of
the Times, 1 de septiembre de 1887
.