Página 237 - La Temperancia (1976)

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El trabajo con otros
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Labor efectiva en unión con obreros dedicados a la tempe-
rancia cristiana
—Poco después de que mi esposo y yo regresá-
ramos de California a Míchigan en la primavera de 1877, se nos
solicitó encarecidamente que participáramos en una reunión pública
de temperancia, una gestión realmente loable que estaba en marcha
entre la mejor clase de ciudadanos de Battle Creek. Este movimiento
incluía al Club de Reforma Battle Creek, con seiscientos miembros,
y a la Unión de Mujeres Cristianas, con doscientos sesenta. Dios,
Cristo, el Espíritu Santo y la Biblia eran palabras corrientes en esos
fervorosos obreros. Mucho bien se había realizado ya, y la actividad
de los obreros, el método con el que trabajaban y el espíritu de sus
reuniones prometían mayor bien en lo futuro. ...
Por invitación de la Comisión de Arreglos, formada por el al-
calde Austin, W. H. Skinner, cajero del banco First National y C.
C. Peavey, hablé en la enorme tienda el domingo 1 de julio por la
noche, acerca de la temperancia cristiana. Dios me ayudó aquella
noche, y aunque hablé 90 minutos, la muchedumbre de más de 5.000
personas escuchó en un silencio absoluto.—
Testimonios Selectos
3:282
.
Presentad conferencias sobre temperancia en otras igle-
sias
—Que las conferencias sobre la reforma de la temperancia que
se dan a los adventistas del séptimo día se presenten en otras iglesias.
... Los adventistas no han de realizar ninguna campaña, escrita o de
viva voz, contra ningún movimiento de temperancia.—
Carta 107,
1900
.
Las diferencias doctrinales no deben alejarnos
—Aunque sus
amigos no creen como nosotros en muchos puntos de doctrina
, no
obstante debemos unirnos a ellos si por hacerlo así podemos ayudar a
nuestros semejantes. Dios nos ha de hacer aprender individualmente
a trabajar con tacto y habilidad en la causa de la temperancia y otras
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reformas, y a emplear con sabiduría nuestros talentos para beneficio
y elevación de la humanidad.
Si hemos de entrar en el gozo de nuestro Señor, debemos ser sus
colaboradores. Con el amor de Jesús ardiendo en nuestro corazón,
hallaremos siempre el camino para llegar a la mente y el corazón de
Nota
—Aquí se hace referencia al Hogar Martha Washington, de Chicago, donde,
habiendo sido invitada, la Sra, de White pronunció un discurso sobre temperancia.—Los
compiladores.