Página 236 - La Temperancia (1976)

Basic HTML Version

232
La Temperancia
Es imposible para nuestro pueblo concordar con cualquier
reunión o club de temperancia, cuando nuestra fe es tan diferen-
te. ...
Nuestros amigos incrédulos se han regocijado viendo que la
disensión crecía en la iglesia a causa de los de nuestro pueblo que se
unían con el Club de la Cinta Roja. No tenían simpatías por nosotros
como pueblo en el asunto de la temperancia. Están muy atrás y han
ridiculizado a nuestro pueblo como fanático de la salud. Ahora están
deseando favorecerse y recibir el poder de nuestra influencia, al paso
que no se acercan con simpatía a nuestra fe, cuando si el asunto
hubiera sido manejado con discreción, podría haber influido sobre
algunos para hacerles cambiar su opinión sobre nuestra fe.
Si se hubiera dejado al club de temperancia que siguiera solo,
nosotros, como pueblo, hallándonos en terreno más avanzado, guar-
dando respectivamente la alta norma que Dios nos ha dado para
cumplir como necesaria para nuestra posición y fe, habría habido
en la iglesia una influencia mucho más saludable que la que se ve
ahora sobre el asunto de la temperancia.—
Carta 1, 1882
.
No se han de sacrificar los principios
—Por la luz que Dios me
ha dado, todo miembro de entre nosotros debiera firmar el voto y
vincularse con la asociación de temperancia. ...
Debiéramos unirnos con otra gente tanto como podamos hacerlo
sin sacrificar los principios. Esto no significa que tengamos que in-
gresar en sus logias y sociedades
, sino que sepan que simpatizamos
de todo corazón con la causa de la temperancia.
[196]
No deberíamos trabajar únicamente por nuestro pueblo, sino
dedicar también trabajo a las mentes nobles fuera de nuestras filas.
Debiéramos estar a la cabeza en la reforma pro temperancia.—
The
Review and Herald, 21 de octubre de 1884
.
Nota
: La Sra. de White hizo estas observaciones en la reunión anual de la Asociación
de Salud y Temperancia de Míchigan. Sus palabras tienen relación con cierto número de
acuerdos tomados, entre los cuales figuran los siguientes:
“Votado
—Que se apoye la organización de un club local en la iglesia a la que pertenecemos
o con la que estamos relacionados. ...
“Votado
—Que instemos a nuestros jóvenes a tomar parte activa en nuestros clubes locales,
y al mismo tiempo tratemos de guardarlos de las influencias de
otras sociedades que no
adoptan la alta norma moral y física que propugnamos”
.
The Review and Herald, 21 de
octubre de 1884
, la cursiva es de los compiladores.