Página 235 - La Temperancia (1976)

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El trabajo con otros
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observador de los mandamientos de Dios y toda clase de personas.
Los peligros acosan la fe de toda alma que no está estrechamente
relacionada con Dios.—
Carta 1, 1882
.
Lecciones de una unión dañosa con un grupo superficial
Se han formado sociedades y clubes de temperancia entre los que
no hacen profesión de la verda
.
... Se me mostró que la condición
de la iglesia de ----- era peculiar. Había muchos que, si hubieran
manifestado tanto celo y espíritu misionero en la obra de la reforma
entre nosotros como pueblo como lo hicieron con el Club de la Cinta
Roja, Dios habría aprobado su forma de proceder. Pero las distintas
organizaciones de temperancia son muy limitadas en sus ideas de
reforma.
Los que asignan gran influencia a la agitación provocada por esta
cuestión y al mismo tiempo son adictos al tabaco, beben té y café y
gustan en su mesa de alimento destructor de la salud, no son personas
temperantes. Realizan movimientos débiles y espasmódicos, llenos
de celo y excitación, pero no van al fondo de la auténtica reforma y
al poco tiempo manifestarán poco interés, y volverán muchos a sus
impías y antiguas complacencias debido a que sólo arrancaron las
hojas del árbol en lugar de poner el hacha a la raíz. Este asunto de la
temperancia debe llegar a la raíz del mal o será de poco beneficio.
Nuestra influencia debe alcanzar al leal y fiel
—Mientras los
nuestros se mezclen con la clase de los que son enemigos de Cristo
y de la verdad, ellos no recibirán ni impartirán fuerza... No debemos
ser exclusivistas como pueblo; nuestra luz debe difundirse, buscando
constantemente salvar al que perece. Pero al hacer esto la fuerza de
nuestra influencia debe siempre alcanzar al leal y fiel. ...
La casa de Dios profanada
—La casa dedicada al culto de Dios
no es el lugar para introducir la clase de gente que va allí y contamina
[195]
el templo de Dios con su intemperancia en el uso del tabaco al paso
que se dicen abogados de la temperancia. Las palabras burdas, el
habla y las acciones ruidosas, no constituyen un encomio para esos
hermanos. ...
Nota: En la segunda mitad del siglo XIX se formó un cierto número de organizacio-
nes populares de temperancia que contaron con muchos adeptos. Duraron poco tiempo y
la mayoría del público de hoy no sabe nada de las mismas.—Los compiladores.