Página 262 - La Temperancia (1976)

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Capítulo 4—La instrucción sobre temperancia: uno
de los objetivos de nuestra obra médica
Establecidos para predicar la verdadera temperancia
—Es
con este propósito con el cual nuestros sanatorios están establecidos,
para predicar la verdadera temperancia.—
Consejos sobre el Régimen
Alimenticio, 191
.
Presentadla desde el punto de vista moral
—En nuestros sa-
natorios nuestros ministros que se ocupan de la palabra y la doctrina,
debieran presentar charlas breves sobre los principios de la tempe-
rancia, mostrando que el cuerpo es el templo del Espíritu Santo y
recordándole a la gente la responsabilidad que tiene sobre sí, como
posesión comprada de Dios, de hacer del cuerpo un templo santo,
apto para que more el Espíritu Santo. Cuando se le presente esta
instrucción, la gente llegará a interesarse en la doctrina de la Biblia.
También debe presentarse la pestilencia moral que está aseme-
jando a los habitantes del mundo actual a los del mundo antes del
diluvio: audaces, blasfemos, intemperantes, corrompidos. Los peca-
dos que se practican están convirtiendo a esta tierra en un lazareto
de corrupción. Estos pecados deben ser severamente reprochados.
Los que predican deben levantar la norma de la temperancia desde
el punto de vista cristiano. Cuando la temperancia sea presentada
como parte del Evangelio, muchos verán su necesidad de reforma.—
Manuscrito 14, 1901
.
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Los médicos han de instruir en asuntos de temperancia
Deben dar instrucción a la gente acerca de los peligros de la intem-
perancia. En lo futuro este mal deberá combatirse más audazmente
que en lo pasado. Los ministros y los médicos deben presentar los
males de la intemperancia. Ambas clases deben trabajar en el Evan-
gelio con poder para condenar el pecado y ensalzar la justicia. Los
ministros o médicos que no dirigen llamamientos personales a la
gente son remisos en su deber. No cumplen la obra que Dios les ha
asignado.—
Joyas de los Testimonios 2:398
.
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