Página 45 - La Temperancia (1976)

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Un problema de salud pública
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sus hermanos que perecen? No hemos meramente de hablar de idear
métodos para salvar a los que ya están muertos y perdidos, sino
ocuparnos de aquellos que no están todavía más allá del alcance de
la comprensión y de la ayuda. ...
Legalizando el tráfico de licores, la ley da su sanción a la caída
del alma y se niega a detener el tráfico que inunda el mundo de
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mal. Consideren los legisladores si no puede evitarse todo esto que
hace peligrar la vida humana, la fuerza física y la visión mental. ¿Es
necesaria toda esta destrucción de la vida humana?—
The Review
and Herald, 29 de mayo de 1894
.
La responsabilidad del traficante de licores
—Los que venden
bebida embriagante a sus semejantes ... reciben las ganancias del
borracho, y no le dan equivalente por su dinero. En lugar de eso le
dan aquello que lo enloquece, que le hace actuar descabelladamente,
y lo convierte en un demonio de mal y crueldad. ...
Pero los ángeles de Dios han sido testigos de cada paso dado en
el camino descendente, y han seguido el rastro de todas las conse-
cuencias que resultaron del hecho de que un hombre haya puesto la
botella en los labios de su prójimo. El traficante de bebidas figura en
los registros entre aquellos cuyas manos están llenas de sangre. Es
condenado por tener en la mano la bebida intoxicante por la cual su
prójimo es tentado a la ruina, y por la cual los hogares se llenan de
miseria y degradación. El Señor considera responsable al vendedor
de bebida por cada centavo que entra en sus arcas sacado de las ga-
nancias del pobre borracho, que ha perdido toda su fortaleza moral,
que ha hundido su virilidad en la bebida.—
The Review and Herald,
8 de mayo de 1894
.
Debe dar cuentas a Dios
—No importa cuál sea la riqueza, po-
der o posición de un hombre a la vista del mundo, no importa si
le está permitido por la ley del país vender bebidas embriagantes
a su prójimo, será tenido por responsable a la vista del Cielo por
degradar al alma que ha sido redimida por Cristo, y será culpado
en el juicio por rebajar un carácter que debería haber reflejado la
imagen de Dios, hasta reflejar la imagen de lo que está más abajo de
la creación animal.
Al incitar a los hombres a educarse en el hábito del alcohol,
el vendedor de bebidas está en la práctica quitando la justicia del
alma y llevando a los hombres a convertirse en abyectos esclavos