Página 90 - La Temperancia (1976)

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La Temperancia
implantado en nuestro ser son divinas, y para cada transgresión exis-
te una penalidad, que ha de cumplirse tarde o temprano. La mayor
parte de las enfermedades que han hecho sufrir y que están haciendo
padecer a la humanidad, han sido creadas por los hombres debido
a la ignorancia de las leyes básicas que rigen su propio organismo.
Parecen indiferentes en materia de salud, y trabajan con perseveran-
cia para despedazarse, y cuando están quebrantados y debilitados
corporal y mentalmente, mandan a buscar al médico y se acarrean la
muerte con las drogas
Consejos sobre el Régimen Alimenticio,
20
.
[75]
La vida sencilla o la farmacia
—Miles de personas que están
enfermas podrían recuperar la salud, si, en lugar de hacer depender su
vida de la farmacia, eliminaran todos las drogas y vivieran en forma
sencilla, sin usar té, café, alcohol o especias que irritan el estómago
y lo dejan débil, incapaz de digerir aun el alimento más simple sin
un estímulo. El Señor desea dejar brillar su luz en rayos claros y
distintos para todos los que están débiles y enfermizos.—
Medical
Ministry, 229
.
Un círculo vicioso
—Usar drogas mientras se siguen practican-
do malos hábitos es una inconsecuencia, y deshonra grandemente
a Dios al deshonrar el cuerpo que él ha hecho. Sin embargo, se si-
guen recetando estimulantes y drogas, y los seres humanos los usan
libremente, mientras no descartan las complacencias dañinas que
producen la enfermedad.—
Carta 19, 1892
.
Los que quieren complacer su apetito y luego sufren por causa
de su intemperancia, y toman drogas para aliviarse, pueden estar
seguros que Dios no intervendrá para salvar la salud y la vida que tan
temerariamente se expone al peligro. La causa ha producido el efecto.
Muchos, como último recurso, siguen las indicaciones de la Palabra
de Dios, y solicitan las oraciones de los ancianos de la iglesia en
favor de la restauración de su salud. Dios no ve conveniente contestar
oraciones ofrecidas en favor de los tales, porque sabe que si se les
devolviera la salud, nuevamente la sacrificarían en aras del apetito
malsano.—
Spiritual Gifts 4:145
.
Aquí se alude al empleo de drogas tóxicas en el tratamiento de los enfermos.
Consúltese
Mensajes Selectos 2:317, 319-325
.