Página 119 - La Verdad acerca de los Angeles (1997)

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Los ángeles desde el cautiverio hasta Juan el Bautista
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ropas”.
Zacarías 3:4-5
. Sus propios pecados y los de su pueblo
fueron perdonados. Israel habría de ser revestido con “ropas de
gala”: la justicia de Cristo que le era imputada. La mitra, puesta
sobre la cabeza de Josué, era como la que llevaban los sacerdotes
con la inscripción: “Santidad a Jehová”, lo cual significaba que a
pesar de sus antiguas transgresiones, estaba ahora capacitado para
servir delante de Dios en su santuario.
Después de haberle investido así solemnemente de la dignidad
del sacerdocio, el ángel declaró: “Si anduvieres por mis caminos, y
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si guardares mi ordenanza, también tú gobernarás mi casa, también
guardarás mis atrios, y entre éstos que aquí están te daré lugar”.
Zacarías 3:7
. Se le iba a honrar como juez o gobernante del templo
y todos sus servicios; iba a andar entre ángeles que le acompañaran,
aun en esta vida, y al fin se uniría a la muchedumbre glorificada que
rodea el trono de Dios.—
Joyas de los Testimonios 2:170-172
.
A todos los que tienen fe en Dios se les ofrece esta seguridad.
Aceptad esta maravillosa promesa, porque no es un ser humano el
que está hablando; “Así dice Jehová de los ejércitos: Si anduvieres
por mis caminos, y si guardares mi ordenanza, también tú gobernarás
mi casa, también guardarás mis atrios, y entre éstos que aquí están
te daré lugar”.
Zacarías 3:7
.
Entre aquellos que nos rodean, están las huestes del enemigo que
tratan de dividir al pueblo de Dios, y las huestes celestiales, miles
y decenas de miles, que custodian y guardan al tentado pueblo de
Dios, animándolo y fortaleciéndolo: éstos son los que nos rodean. Y
Dios dice a los creyentes: Vosotros caminaréis entre ellos; no seréis
vencidos por los poderes de las tinieblas. Estaréis delante de mí, en
la presencia de los santos ángeles, que son enviados para ministrar
a aquellos que serán herederos de la salvación.—
The Review and
Herald, 30 de abril de 1901
.
La visión del candelabro y los olivos
La visión de Zacarías acerca de Josué y el ángel, tuvo como
propósito animar y alentar, con este testimonio personal, al sumo
sacerdote y a todo el pueblo de Dios. Inmediatamente después, el
profeta recibió otro testimonio personal, en este caso dirigido a
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Zorobabel. “Volvió el ángel que hablaba conmigo”—dice Zacarías—