Página 151 - La Verdad acerca de los Angeles (1997)

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Los ángeles durante la pasión y muerte de Cristo
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Satanás presentaba al Redentor la situación en sus rasgos más
duros: el pueblo que pretende estar por encima de todos los demás
en ventajas temporales y espirituales te ha rechazado... Uno de
tus propios discípulos... te traicionará. Uno de tus más celosos
seguidores te negará. Todos te abandonarán...
En su agonía, se aferra al suelo frío, como para evitar ser alejado
más de Dios... De sus labios pálidos, brota el amargo clamor: “Padre
mío, si es posible, pase de mí esta copa”. Pero aun entonces añade:
“Pero no sea como yo quiero, sino como tú”.—
El Deseado de Todas
las Gentes, 636-638
.
Los ángeles en Getsemaní
El universo celestial había mirado con intenso interés la entera
vida de Cristo; cada paso desde el pesebre hasta esta terrible escena.
¡Y qué escena para ser presenciada por miles de miles de ángeles, y
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por querubines y serafines!—
The Signs of the Times, 9 de diciembre
de 1897
.
Los ángeles se cernían sobre el lugar [Getsemaní] para presenciar
la escena.—
Spiritual Gifts 1:47
.
Vieron al Hijo de Dios, su amado Comandante, en su agonía
sobrehumana, aparentemente muriendo en el campo de batalla por
salvar a un mundo perdido. Todo el cielo escuchó la oración de
Cristo.
En la agonía de su alma, tres veces sus labios pálidos y trémulos
exclamaron: “Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero
no sea como yo quiero, sino como tú”. Todo el cielo estaba convul-
sionado. Veían a su Señor rodeado por legiones de fuerzas satánicas,
y su naturaleza humana estremecida por un pavor misterioso.—
The
Signs of the Times, 9 de diciembre de 1897
.
Los ángeles, que habían estado a las órdenes de Cristo en el cielo,
estaban ansiosos de confortarlo; pero esta angustia sobrepasaba su
comprensión; ellos nunca habían sentido el peso de los pecados del
mundo. Sólo podían mirar con asombro al Ser a quien adoraban,
sujeto a una tristeza inexpresable. Aunque los discípulos fracasaron
en brindar apoyo a su Señor en la hora más terrible de su conflicto,
todo el cielo simpatizó con él, y esperó los resultados con intenso
interés.—
The Present Truth, 3 de diciembre de 1885
.