Página 163 - La Verdad acerca de los Angeles (1997)

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Los ángeles desde la resurrección hasta la ascensión de Cristo
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el pueblo por haber crucificado a un hombre inocente.—
Spiritual
Gifts 1:67-68
.
[Los guardias romanos] dejaron el sepulcro admirados de lo que
habían visto y oído, y se apresuraron a ir a la ciudad para informar
a todos los que encontraban en su camino las maravillosas escenas
que habían presenciado... Mientras tanto, un mensajero había sido
enviado a los sacerdotes y gobernantes con la noticia: “Cristo, al que
vosotros crucificasteis, ha sido levantado de los muertos”.
Un siervo fue enviado inmediatamente con un mensaje orde-
nando a los guardias romanos a presentarse en el palacio del sumo
sacerdote. Allí fueron celosamente interrogados, y ellos dieron un
completo testimonio de lo que habían presenciado en el sepulcro:
Que un poderoso mensajero había venido del cielo; su rostro era
brillante como un relámpago y sus vestimentas blancas como nieve.
Que la tierra se había sacudido y temblado, y ellos habían perdido
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su fuerza; el ángel había tomado la inmensa piedra que guardaba
el sepulcro y la había removido como si hubiera sido un guijarro.
Que un Ser con gran gloria había salido del sepulcro, y un coro de
voces había llenado los cielos y la tierra con canciones de victoria y
júbilo. Que una vez que el brillo y la música se habían esfumado,
ellos habían recuperado sus fuerzas, y al mirar hacia el sepulcro,
habían visto la tumba vacía y no habían encontrado el cuerpo de
Jesús por ninguna parte.—
Redemption Series 6:14-15
.
Los guardias romanos se apresuraron a ir a los príncipes y sa-
cerdotes con la maravillosa historia de lo que habían visto. Cuando
estos criminales escucharon el extraordinario informe, sus rostros
palidecieron y se llenaron de horror por lo que habían hecho. Com-
prendieron que si el informe era correcto, ellos estaban perdidos.
Por un momento se quedaron estupefactos, en silencio, sin saber qué
hacer o qué decir. Creer lo que oían significaba su propia condena-
ción.
Se retiraron para consultar qué hacer. Concluyeron que si el in-
forme de la resurrección de Jesús se conocía, que si el pueblo llegaba
a saber de la gloria sorprendente que había dejado a los guardias
como muertos, se levantarían contra ellos y los matarían. Decidieron
sobornar a los soldados para mantener el asunto en secreto. Les
ofrecieron una gran suma de dinero para que dijesen que mientras
dormían durante la noche, sus discípulos habían venido y habían