Página 179 - La Verdad acerca de los Angeles (1997)

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Los ángeles desde el Pentecostés hasta los últimos días
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juicio e ira para Herodes. El ángel golpeó a Pedro en su costado
para despertarlo de su somnolencia; pero fue un toque diferente
al usado contra el malvado rey; a éste, le produjo una enfermedad
mortal.—
The Spirit of Prophecy 3:344
.
El apedreamiento de Esteban
Mientras Esteban ponía sus ojos en el cielo, le fue dada una
visión de la gloria de Dios, y los ángeles le rodearon. Entonces dijo:
[239]
“He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la
diestra de Dios”.
Hechos 7:55-56
.—
Spiritual Gifts 1:89
.
Los ángeles en el ministerio de Pablo
Se había convertido en un extenso y lucrativo negocio en Efeso
la fabricación y venta de pequeños santuarios e imágenes, modeladas
conforme al templo y la imagen de Diana. Los que se interesaban en
esta industria descubrieron que sus ganancias disminuían, y todos
concordaron en atribuir el desventurado cambio a las labores de
Pablo...
“Y la ciudad se llenó de confusión”.
Hechos 19:29
. Se buscó a
Pablo, pero el apóstol no pudo ser hallado. Sus hermanos, siendo
advertidos del peligro, le hicieron salir apresuradamente del lugar.
Fueron enviados ángeles de Dios para guardar al apóstol; el tiempo
en que había de morir como mártir todavía no había llegado.—
Los
Hechos de los Apóstoles, 237
.
Día tras día, cuando [Pablo y Silas] se dirigían a la reunión de
oración, una mujer con espíritu de adivinación daba voces, diciendo:
“Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian
el camino de salvación”.
Hechos 16:17
. Esta mujer era una agente
especial de Satanás; y así como los demonios se turbaban en la
presencia de Cristo, el mal espíritu que poseía a esta mujer se sentía
incómodo en la presencia de los apóstoles. Satanás sentía que su
reino estaba siendo invadido y buscó esta forma de oponerse a la
obra de los ministros de Dios. Las palabras de recomendación que
expresaba esta mujer eran un insulto a la causa, y distraían la mente
[240]
del pueblo. En lugar de pensar en las verdades que se les presentaban,
la gente discutía si estos hombres, que en verdad hablaban con el