Página 193 - La Verdad acerca de los Angeles (1997)

Basic HTML Version

Los ángeles en la experiencia de Elena G. de White
189
la operación de su Santo Espíritu, para que puedan ser enseñados
por él.—
Spaulding and Magan Collection, 462
.
Mientras viajaba en el carruaje no podía estar sentada; mi esposo
me hizo una cama sobre el asiento y me acosté, sintiendo dolores de
cabeza y de corazón... Con ese estado mental, me dormí, y soñé que
un ángel de elevada estatura se puso a mi lado y me preguntó por
qué estaba triste. Compartí con él los pensamientos que me afligían,
y dije: “Mi trabajo es de poco resultado; ¿por qué no podemos
estar con nuestros hijos y gozar de su compañía?” Y él contestó:
“Tú has ofrecido al Señor dos hermosas flores, cuya fragancia es
tan dulce como el incienso ante él. Son más preciosas a su vista
que el oro y la plata, porque es una ofrenda del corazón. Ningún
otro sacrificio toca una fibra más íntima. No debieras mirar a las
presentes circunstancias, sino mantener tu mirada en el deber, en la
gloria de Dios, y en seguir los pasos de su Providencia, y el camino se
iluminará delante de ti. Cada acto de renunciamiento, cada sacrificio
es fielmente registrado y traerá su recompensa.—
Spiritual Gifts
2:129-130
.
Soñé que un joven de noble apariencia llegó a la habitación
donde yo estaba después de haber hablado. Este mismo ser, había
aparecido ante mí de tiempo en tiempo, durante los últimos veintiséis
[258]
años, para darme instrucción mediante importantes sueños. Me dijo:
“Has llamado la atención de la gente a temas importantes que, en su
mayoría, son nuevos y extraños para ellos. A algunos, les resultan
intensamente interesantes. Los obreros de la Palabra y la doctrina,
han hecho todo lo posible por presentar la verdad. Se ha despertado
el interés y se han levantado preguntas en sus mentes. Pero a menos
que se haga un más completo esfuerzo para fijar estas impresiones en
sus mentes, vuestro trabajo podría quedar prácticamente sin frutos.—
The Review and Herald, 4 de noviembre de 1875
.
Se me ha preguntado frecuentemente cómo es mi estado durante
una visión. Diré que cuando el Señor considera oportuno darme una
visión, soy llevada a la presencia de Jesús y de los ángeles, y pierdo
la noción de las cosas terrenales. No veo más allá de lo que el ángel
me indica.—
Spiritual Gifts 2:292
.