Los ángeles en la experiencia de Elena G. de White
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la operación de su Santo Espíritu, para que puedan ser enseñados
por él.—
Spaulding and Magan Collection, 462
.
Mientras viajaba en el carruaje no podía estar sentada; mi esposo
me hizo una cama sobre el asiento y me acosté, sintiendo dolores de
cabeza y de corazón... Con ese estado mental, me dormí, y soñé que
un ángel de elevada estatura se puso a mi lado y me preguntó por
qué estaba triste. Compartí con él los pensamientos que me afligían,
y dije: “Mi trabajo es de poco resultado; ¿por qué no podemos
estar con nuestros hijos y gozar de su compañía?” Y él contestó:
“Tú has ofrecido al Señor dos hermosas flores, cuya fragancia es
tan dulce como el incienso ante él. Son más preciosas a su vista
que el oro y la plata, porque es una ofrenda del corazón. Ningún
otro sacrificio toca una fibra más íntima. No debieras mirar a las
presentes circunstancias, sino mantener tu mirada en el deber, en la
gloria de Dios, y en seguir los pasos de su Providencia, y el camino se
iluminará delante de ti. Cada acto de renunciamiento, cada sacrificio
es fielmente registrado y traerá su recompensa.—
Spiritual Gifts
2:129-130
.
Soñé que un joven de noble apariencia llegó a la habitación
donde yo estaba después de haber hablado. Este mismo ser, había
aparecido ante mí de tiempo en tiempo, durante los últimos veintiséis
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años, para darme instrucción mediante importantes sueños. Me dijo:
“Has llamado la atención de la gente a temas importantes que, en su
mayoría, son nuevos y extraños para ellos. A algunos, les resultan
intensamente interesantes. Los obreros de la Palabra y la doctrina,
han hecho todo lo posible por presentar la verdad. Se ha despertado
el interés y se han levantado preguntas en sus mentes. Pero a menos
que se haga un más completo esfuerzo para fijar estas impresiones en
sus mentes, vuestro trabajo podría quedar prácticamente sin frutos.—
The Review and Herald, 4 de noviembre de 1875
.
Se me ha preguntado frecuentemente cómo es mi estado durante
una visión. Diré que cuando el Señor considera oportuno darme una
visión, soy llevada a la presencia de Jesús y de los ángeles, y pierdo
la noción de las cosas terrenales. No veo más allá de lo que el ángel
me indica.—
Spiritual Gifts 2:292
.