Los ángeles en la experiencia de Elena G. de White
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Durante la noche lo vi a usted en compañía de la supervisora
de la institución. Si hubiera sido por las atenciones que se brinda-
ban el uno al otro, hubiese considerado que eran marido y mujer.
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Vuestra conducta era equivocada a la vista de Dios; y mi corazón se
entristeció por ese estado de cosas.
Me pregunto: “¿Quién os fascinó para no obedecer a la verdad?”
Dios se ha desagradado; habéis contristado a su Santo Espíritu. La
hermana H_____ nunca volverá a ser lo que ella fue. Ambos son
culpables ante Dios...
Las cosas que han ocurrido en el sanatorio... fueron abiertas ante
mí. Una voz me dijo: “Sígueme y te mostraré los pecados que son
practicados por aquellos que están en posiciones de responsabilidad”.
Fui llevada a través de las habitaciones, y lo vi a usted, un centinela
sobre los muros de Sión, intimando con la esposa de otro hombre;
traicionando una confianza sagrada; crucificando nuevamente al
Señor. ¿Ha considerado, acaso, que había un Vigilante Santo que
estaba presenciando su mala obra, viendo sus acciones y escuchando
sus palabras, y que están todas registradas en los libros del cielo?—
Manuscript Releases 8:315-317
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La familia Brown
El ángel de Dios me dijo: “Sígueme”. Me pareció estar en un
edificio rústico donde varios jóvenes estaban jugando a las cartas.
Parecían estar tan interesados en la diversión que tenían y tan ab-
sortos en lo que hacían, que no notaron nuestra presencia. Había
señoritas que observaban a los jugadores, y se usaban palabras que
no eran las más refinadas. El espíritu y la influencia que se sentían en
esa habitación no tenían las características de aquellas que pueden
elevar la mente y ennoblecer el corazón...
Pregunté: “¿Quiénes son éstos y qué significa esta escena?” Se
me dijo: “Espera”...
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Entonces me fue dada otra representación. Se estaba bebiendo
licor, el venenoso líquido. Bajo su influencia, las palabras y acciones
estaban lejos de ser aquellas que promueven el pensamiento serio,
la percepción clara de los negocios, la moral pura, y la elevación de
los participantes...
Otra vez pregunté: “¿Quiénes son éstos?”