Página 213 - La Verdad acerca de los Angeles (1997)

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Los ángeles en la crisis final
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deroso!” Y los redimidos exclaman: “¡Aleluya!” mientras el carro se
adelanta hacia la nueva Jerusalén.—
Seguridad y Paz en el Conflicto
de los Siglos, 703
.
Juntos entramos en la nube y durante siete días fuimos ascen-
diendo al mar de vidrio, donde Jesús sacó coronas y nos las ciñó
con su propia mano. Nos dio también arpas de oro y palmas de
victoria.—
Primeros Escritos, 16
.
Las columnas de ángeles están a cada lado, y los redimidos
de Dios entran en medio de querubines y serafines. Cristo les da
la bienvenida y pronuncia sobre ellos su bendición. “Bien, buen
siervo y fiel,... entra en el gozo de tu Señor”.
Mateo 25:21, 23
.—
Comentario Bíblico Adventista 6:1093
.
Satanás y sus ángeles confinados a esta tierra
Toda la tierra tiene el aspecto desolado de un desierto. Las ruinas
de las ciudades y aldeas destruidas por el terremoto, los árboles des-
arraigados, las rocas escabrosas arrojadas por el mar o arrancadas de
la misma tierra, están esparcidas por la superficie de ésta, al paso que
grandes cuevas señalan el sitio donde las montañas fueron rasgadas
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desde sus cimientos... Aquí es donde, con sus malos ángeles, Satanás
hará su morada durante mil años. Limitado a la tierra, no podrá ir a
otros mundos para tentar e incomodar a los que nunca cayeron. En
este sentido es cómo está atado... Durante mil años, Satanás andará
errante de un lado para el otro en la tierra desolada, considerando
los resultados de su rebelión contra la ley de Dios.—
Seguridad y
Paz en el Conflicto de los Siglos, 715-718
.
Por su propio curso de acción Satanás ha forjado una cadena con
la cual será atado... Todos los seres no caídos están ahora unidos
en aceptar la inmutabilidad de la ley de Dios. Apoyan el gobierno
de Aquel que no escatimó a su propio Hijo para redimir al transgre-
sor. Su ley ha probado ser perfecta. Su gobierno está por siempre
asegurado.—
The Signs of the Times, 27 de agosto de 1902
.
Oí, de parte de los ángeles y de los santos redimidos, exclamacio-
nes de triunfo que resonaban como diez mil instrumentos músicos,
porque ya no se verían ellos molestados ni tentados por Satanás, y
porque los habitantes de otros mundos quedaban libres de él y de
sus tentaciones.—
Primeros Escritos, 290
.
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