Página 36 - La Verdad acerca de los Angeles (1997)

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La Verdad acerca de los Angeles
tiempo arrastrarlo con ellos... Pero luego se llenó del orgullo de
su propia gloria. Volvió a su deseo de supremacía, y nuevamente
dio cabida a su envidia hacia Cristo.—
Historia de los Patriarcas y
Profetas, 15
.
Lucifer comienza su campaña contra Cristo
Satanás... comenzó su trabajo de rebelión entre los ángeles que
estaban bajo su comando y trató de diseminar el espíritu de descon-
tento entre ellos. Trabajó tan subrepticiamente, que ganó la alianza
de muchos de ellos antes que sus propósitos fueran plenamente
conocidos.—
The Review and Herald, 28 de enero de 1909
.
Satanás... ambicionaba los más exaltados honores que Dios ha-
bía concedido a su Hijo. Sentía envidia de él. Y comenzó a sembrar
entre los ángeles que lo honraban como querubín cubridor, el senti-
miento de que no había sido honrado con el honor que su posición
demandaba.—
The Review and Herald, 24 de febrero de 1874
.
Mediante insinuaciones sutiles, sugiriendo que Cristo había usur-
pado el lugar que le pertenecía a él, Lucifer sembró las semillas de
la duda en la mente de muchos ángeles.—
Educational Messenger,
11 de septiembre de 1908
.
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Su obra de engaño la hizo con tanta astucia que los ángeles
menos exaltados supusieron que él era el gobernante del cielo.—
Cada Día con Dios, 256
.
Los ángeles leales trataron de reconciliar con la voluntad de
su Creador a ese poderoso ángel rebelde. Justificaron el acto de
Dios al honrar a Cristo, y con poderosos argumentos trataron de
convencer a Lucifer de que no tenía entonces menos honra que la
que había tenido antes que el Padre proclamara el honor que había
conferido a su Hijo. Le mostraron claramente que Cristo era el Hijo
de Dios, que existía con él antes que los ángeles fueran creados, y
que siempre había estado a la diestra del Padre, sin que su tierna y
amorosa autoridad hubiese sido puesta en tela de juicio hasta ese
momento; y que no había dado orden alguna que no fuera ejecutada
con gozo por la hueste angélica. Argumentaron que el hecho de que
Cristo recibiera honores especiales de parte del Padre en presencia
de los ángeles no disminuía la honra que Lucifer había recibido
hasta entonces.—
La Historia de la Redención, 15
.