Página 38 - La Verdad acerca de los Angeles (1997)

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La Verdad acerca de los Angeles
Se le da tiempo a Lucifer para desarrollar sus argumentos
Dios, en su sabiduría, no expulsó inmediatamente a Satanás
del cielo. Este acto no hubiera modificado sus argumentos, y sólo
hubiese servido para fortalecer la rebelión. Hubiera creado simpatía
por él como alguien que había sido tratado injustamente, y hubiese
arrastrado a un mayor número con él. Debía dársele tiempo para
exponer y desarrollar más plenamente sus principios.—
The Review
and Herald, 9 de marzo de 1886
.
Satanás se quejó de los supuestos defectos en el manejo de los
asuntos celestiales, y buscó llenar la mente de los ángeles con su
insatisfacción. Debido a que no tenía la supremacía, sembró semillas
de duda e incredulidad. A causa de que no podía ser como Dios,
se esforzó en instilar en la mente de los ángeles, su propia envidia
y descontento. Así fueron sembradas las semillas de la enemistad,
para después ser presentadas como provenientes de los ángeles, y
no de él mismo. De esta manera el engañador podía mostrar que los
demás ángeles pensaban como él...
Lo que Satanás había instilado en la mente de los ángeles—una
palabra aquí y otra allí—abrió el camino para una larga lista de
suposiciones. En una forma astuta, extrajo pensamientos de duda
de parte de ellos y, cuando fue cuestionado, acusó a aquellos que él
mismo había educado. Colocó el descontento en labios de aquellos
a quienes él mismo había dirigido.—
The Review and Herald, 7 de
septiembre de 1897
.
[Lucifer] principió por insinuar dudas acerca de las leyes que
gobernaban a los seres celestiales, sugiriendo que aunque las leyes
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fuesen necesarias para los habitantes de los mundos, los ángeles,
siendo más elevados, no necesitaban semejantes restricciones, por-
que su propia sabiduría bastaba para guiarlos.—
Historia de los
Patriarcas y Profetas, 16
.
[Lucifer] intentaba abolir la ley de Dios. Argumentaba que las in-
teligencias celestiales no caídas no tenían necesidad de ley, sino que
eran capaces de gobernarse a sí mismas y preservar una integridad
intachable.—
The Signs of the Times, 28 de abril de 1890
.
Cuando él [Satanás] pecó en el cielo, aun los ángeles leales no
discernieron plenamente su carácter. Esta es la razón por la cual
Dios no destruyó en el acto a Satanás. Si lo hubiese hecho, los santos