Página 39 - La Verdad acerca de los Angeles (1997)

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El origen del mal
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ángeles no hubieran percibido la justicia y el amor de Dios. Una
duda acerca de la bondad de Dios habría sido una mala semilla
productora de amargos frutos de pecado y dolor. Por lo tanto, el
autor del mal fue dejado con vida hasta que desarrollase plenamente
su carácter.—
Palabras de Vida del Gran Maestro, 51
.
Los ángeles debaten los asuntos
Mientras algunos de los ángeles se unían a Satanás en su rebelión,
otros buscaban disuadirlo de sus propósitos, y defendían el honor y la
sabiduría de Dios al dar autoridad a su Hijo. Pero Satanás razonaba
y se preguntaba por qué Cristo debía ser dotado de poder ilimitado y
de comando más alto que el suyo.—
Spiritual Gifts 3:37
.
Lucifer no quiso escucharlos. Se apartó entonces de los ángeles
leales acusándolos de servilismo. Estos se asombraron al ver que
Lucifer tenía éxito en sus esfuerzos por incitar a la rebelión. Les
prometió un nuevo gobierno, mejor que el que tenían entonces, en
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el que todo sería libertad. Muchísimos expresaron su propósito de
aceptarlo como su dirigente y comandante en jefe. Cuando vio que
sus propuestas tenían éxito, se vanaglorió de que podría llegar a
tener a todos los ángeles de su lado, que sería igual a Dios mismo,
y su voz llena de autoridad sería escuchada al dar órdenes a toda la
hueste celestial.
Los ángeles leales le advirtieron nuevamente y le aseguraron
cuáles serían las consecuencias si persistía, pues el que había creado
a los ángeles tenía poder para despojarlos de toda autoridad y, de una
manera señalada, castigar su audacia y su terrible rebelión. ¡Pensar
que un ángel se opuso a la ley de Dios que es tan sagrada como
él mismo! Exhortaron a los rebeldes a que cerraran sus oídos a
los razonamientos engañosos de Lucifer, y le aconsejaron a él y
a cuantos habían caído bajo su influencia que volvieran a Dios y
confesaran el error de haber permitido siquiera el pensamiento de
objetar su autoridad.—
La Historia de la Redención, 16
.
Satanás fue astuto al presentar su lado del asunto. Tan pronto
como notaba que una posición suya era vista en su verdadero ca-
rácter, la cambiaba por otra. En cambio Dios, podía obrar con una
sola clase de armas: la verdad y la justicia. Satanás podía usar lo que