Página 88 - La Verdad acerca de los Angeles (1997)

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La Verdad acerca de los Angeles
Nunca había sido quebrantado el poder de la tumba, y él [Sata-
nás] reclamaba a todos los que estaban en ella como cautivos suyos
que nunca habían de ser libertados de su lóbrega prisión.
Por primera vez Cristo iba a dar vida a uno de los muertos.
Cuando el Príncipe de la vida y los ángeles resplandecientes se
aproximaron a la tumba, Satanás temió perder su hegemonía. Con
sus ángeles malos, se aprestó a disputar la invasión del territorio que
llamaba suyo.—
Historia de los Patriarcas y Profetas, 511
.
Cuando Cristo y los ángeles se aproximaron a la tumba, Satanás
y sus ángeles aparecieron junto a ella y montaron guardia en torno
al cuerpo de Moisés para que no fuera retirado de allí. Al acercarse
Cristo y sus ángeles, Satanás resistió ese avance, pero fue obligado
a retroceder por la gloria y el poder de Cristo y sus ángeles. El
adversario reclamó el cuerpo de Moisés por causa de esa única
transgresión; pero Cristo mansamente recurrió a su Padre al decir:
“El Señor te reprenda”.
Judas 9
. Cristo dijo a Satanás que sabía que
Moisés se había arrepentido humildemente de ese único error, que
no había más manchas en su carácter, y que su nombre permanecía
en los libros del cielo sin mácula alguna. Entonces el Señor resucitó
el cuerpo de Moisés.—
La Historia de la Redención, 177-178
.
[111]
Balaam, un profeta desviado
Mediante un ángel, Dios se apareció a Balaam en la noche y le
preguntó: “¿Qué varones son estos que están contigo? Y Balaam
respondió a Dios: Balac, hijo de Zipor, rey de Moab, ha enviado a
decirme: He aquí, este pueblo que ha salido de Egipto...; ven pues,
ahora, y maldícemelo... Entonces dijo Dios a Balaam: No vayas
con ellos, ni maldigas al pueblo, porque bendito es”.
Números 22:9-
12
. El ángel agregó que los hijos de Israel eran conducidos bajo
la bandera del Dios del cielo, y ninguna maldición humana podría
retardar su avance.
Por la mañana, Balaam de mala gana despidió a los mensajeros
diciéndoles que regresaran a su rey, porque el Señor no le permitía
ir con ellos. Entonces Balac envió a otros príncipes... que ocupaban
una posición más elevada que los primeros mensajeros. Esta vez el
pedido de Balac era más urgente: “Te ruego que no dejes de venir
a mí; porque sin duda te honraré mucho... Y Balaam respondió y