Página 89 - La Verdad acerca de los Angeles (1997)

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Los ángeles desde el Sinaí hasta la toma de Jericó
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dijo...: Aunque Balac me diese su casa llena de plata y oro, no puedo
traspasar la palabra de Jehová mi Dios para hacer cosa chica ni
grande”.
Números 22:16-18
.—
Spiritual Gifts 4a:44
.
Por segunda vez Balaam fue probado... Anhelaba acceder al
ruego del rey; y aunque ya se le había comunicado la voluntad de
Dios en forma definitiva, rogó a los mensajeros que se quedaran,
para que pudiese consultar otra vez con Dios, como si el Infinito
fuera un hombre sujeto a la persuasión.—
Historia de los Patriarcas
y Profetas, 469-470
.
Un ángel fue enviado para decir a Balaam: “Si vinieron para
llamarte estos hombres, levántate y vete con ellos; pero harás lo que
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yo te diga”.
Números 22:20
.—
The Spirit of Prophecy 1:321
.
Balaam había recibido permiso para acompañar a los mensajeros
de Moab en caso de que vinieran por la mañana a llamarle. Pero
enfadados por la tardanza de él y creyendo que otra vez se negaría
a ir, salieron para su tierra sin consultar más con él. Había sido
eliminada la excusa para cumplir lo pedido por Balac. Pero Balaam
había resuelto obtener la recompensa; y tomando el animal en el
cual solía montar, se puso en camino. Temía que se le retirara aun
ahora el permiso divino, y se apresuraba ansiosamente, impaciente y
temeroso de perder por uno u otro motivo la recompensa codiciada.—
Historia de los Patriarcas y Profetas, 471
.
La ira de Dios se encendió contra Balaam por su juego atrevido
con el cielo. Entonces, “el ángel de Jehová se puso en el camino por
adversario suyo”.
Números 22:22
. El animal vio al divino mensajero,
a quien el hombre no había visto, y se apartó del camino real y entró
en el campo. Con golpes crueles, Balaam hizo volver la bestia al
camino; pero nuevamente, en un sitio angosto y cerrado por murallas
de piedra, le apareció el ángel, y el animal, tratando de evitar la figura
amenazadora, apretó el pie de su amo contra la muralla.—
The Signs
of the Times, 25 de noviembre de 1880
; vea
Historia de los Patriarcas
y Profetas, 471
.
La ira de Balaam no conoció límites, y con su vara golpeó al
animal aun más cruelmente que antes. Dios abrió entonces la boca a
la burra, y la “bestia de carga, hablando con voz de hombre, refrenó
la locura del profeta”.
2 Pedro 2:16
. “¿Qué te he hecho, que me has
azotado estas tres veces?”, dijo.
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