Página 90 - La Verdad acerca de los Angeles (1997)

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La Verdad acerca de los Angeles
Lleno de ira al verse así estorbado en su viaje, Balaam contestó
a la bestia como si ésta fuese un ser racional: “Porque te has burlado
de mí. ¡Ojalá tuviera espada en mi mano, que ahora te mataría!”...
Los ojos de Balaam fueron entonces abiertos, y vio al ángel
de Dios de pie con la espada desenvainada, listo para darle muerte.
Aterrorizado, “hizo reverencia, y se inclinó sobre su rostro”. El ángel
le dijo: “¿Por qué has azotado tu asna estas tres veces? He aquí yo
he salido para resistirte, porque tu camino es perverso delante de mí.
El asna me ha visto, y se ha apartado luego de delante de mí estas
tres veces; y si de mí no se hubiera apartado, yo también ahora te
mataría a ti”...
Cuando vio al mensajero de Dios, Balaam exclamó aterrorizado:
“He pecado, porque no sabía que tú te ponías delante de mí en el
camino; mas ahora, si te parece mal, me volveré”.
Números 22:28-
34
.—
Historia de los Patriarcas y Profetas, 471-473
.
Después que el ángel ordenó a Balaam que no cumpliera el deseo
de los moabitas, le permitió seguir su camino...
Balac se encontró con Balaam y le preguntó por qué había de-
morado tanto su llegada... Balaam le respondió: “He aquí yo he
venido a ti”. Entonces le dijo que él no tenía autoridad de hablar
por sí mismo sino sólo aquello que Dios pusiera en su boca. Balaam
ordenó que se prepararan los sacrificios de acuerdo a los ritos re-
ligiosos. Y Dios envió su ángel para darle las palabras que debía
hablar, como lo había hecho anteriormente cuando Balaam estaba
plenamente dedicado a su servicio. “Y Jehová puso palabra en la
boca de Balaam... Y él tomó su parábola, y dijo: De Aram me trajo
Balac, rey de Moab, de los montes del oriente; ven, maldíceme a
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Jacob, y ven, execra a Israel. ¿Por qué maldeciré yo al que Dios no
maldijo? ¿Y por qué he de execrar al que Jehová no ha execrado?”...
Balac estaba airado y disgustado. Y dijo: “¿Qué me has hecho?
Te he traído para que maldigas a mis enemigos, y he aquí has profe-
rido bendiciones”. Balac pensó que la impresionante apariencia del
campamento de Israel... lo había prevenido de maldecirlos. Pensó
que si lo llevaba... a un lugar donde Israel no apareciera tan impre-
sionante, lograría que los maldijese. Pero nuevamente en Zofim...
Balaam ofreció sacrificios y se comunicó con el ángel de Dios, y éste
le informó lo que debía decir.—
The Spirit of Prophecy 1:322-324
.