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La Voz: Su Educación y Uso Correcto
esperanzas de sus adversarios y confundir su malicia y su orgullo.—
Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 166, 167
.
Hizo una cuidadosa preparación de su defensa
—Con el áni-
mo puesto en Dios, se preparó Lutero para la lucha que le aguardaba.
Meditó un plan de defensa, examinó pasajes de sus propios es-
critos y sacó pruebas de las Santas Escrituras para sustentar sus
proposiciones.—
Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 168
.
Usó un tono sumiso y humilde
—El canciller le exigió que
dijese, si se retractaba de sus doctrinas. Lutero respondió del modo
más sumiso y humilde, sin violencia ni apasionamiento. Su porte era
correcto y respetuoso, si bien revelaba en sus modales una confianza
y un gozo que llenaban de sorpresa a la asamblea.—
Seguridad y Paz
en el Conflicto de los Siglos, 168
.
Su valor y energía
—Empero, el valor y la energía que esta vez
desplegara, así como la fuerza y la claridad de sus argumentaciones,
los dejaron a todos sorprendidos.—
Seguridad y Paz en el Conflicto
de los Siglos, 171
.
En la presencia de Dios
—Los caudillos papales estaban acon-
gojados porque su poder, que había hecho temblar a los reyes y a
los nobles, era así despreciado por un pobre monje, y se propusieron
hacerle sentir su ira, entregándolo al tormento. Pero reconociendo
Lutero el peligro que corría, había hablado a todos con dignidad y
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serenidad cristiana. Sus palabras habían estado exentas de orgullo,
pasión o falsedad. Se había perdido de vista a sí mismo y a los
grandes hombres que lo rodeaban, y sólo sintió que se hallaba en
presencia de Uno, que era infinitamente superior a los papas, a los
prelados, a los reyes, y a los emperadores. Cristo mismo había ha-
blado por medio del testimonio de Lutero con tal poder y grandeza,
que tanto en los amigos como en los adversarios, despertó pavor y
asombro...
El elector Federico, había aguardado con ansiedad la compare-
cencia de Lutero ante la dieta, y escuchó su discurso con profunda
emoción. Experimentó regocijo y orgullo al presenciar el valor del
fraile, su firmeza y el modo en que se mostraba dueño de sí mismo,
y resolvió defenderlo con mayor firmeza que antes.—
Seguridad y
Paz en el Conflicto de los Siglos, 172, 173
.
Su razonamiento era claro
—El contraste entre ambos conten-
dientes no dejó de tener su efecto. La serena e inteligente argumenta-