Página 276 - La Voz

Basic HTML Version

272
La Voz: Su Educación y Uso Correcto
Sermones largos predicados por Ellen G. Whit
Pastor
Underwood:
“¿Hablo demasiado?”
[437]
Ellen G. White:
“Por cierto que sí; esto se aplica a mí misma.
Predico muy largo”.
W. C. White:
“Déjenme preguntar: ¿Debemos tomar su ejemplo
como exponente de sus puntos de vista?
Ellen G. White:
“Bueno, ¿no acabo de hacer una confesión? ¿Y
no les he dado un ejemplo? Considero que mi caso es una excepción,
pero creo que me he aventurado demasiado lejos aún en la excepción.
Pero te diré, por qué yo me considero una excepción. Mi esposo
me había llevado al coche y me había sentado en el asiento, y había
ido a un lugar de reunión y había estado padeciendo una parálisis
que me había atacado por semanas, de manera que no había podido
tener dominio del idioma, ni para pronunciar correctamente una
oración. No obstante, tuve que estar de pie delante del público y dar
un testimonio directo. El Espíritu del Señor estaba sobre mí. No todo
el mundo es una excepción. Ahora, ¿cómo puedo decir cuándo me
he extendido demasiado? Vez tras vez, he sido llevada a ese punto...
“Ahora, ¿hasta dónde debo ir? Yo he tomado la posición de que
si el Señor me da una preocupación por la Iglesia de Battle Creek,
se la comunicaré a ellos. Pero a menos que tenga una preocupación,
no tengo nada más que decir. Yo hablé 21 veces en los días que
estuvimos en Battle Creek. No hablé cada día, pero algunos días
hablé dos veces. Esto fue antes de irme; y no descansé hasta que no
me atacó esta terrible enfermedad. Yo sabía, y se lo dije a ellos en
Fresno, que yo estaba peleando mi última batalla. Y luego, en esas
[438]
reuniones privadas, la labor fue peor que hablar en público, teniendo
que decir cosas tan francas como las que tenía que decir.
“Ahora bien, no sé si he contestado, o no tu pregunta; quizás es
como un sermón largo: resulta tan larga la respuesta que se pierde el
punto principal”.
Pastor White:
“Ahora me pregunto, si en cierto modo una persona
tiene el derecho de modelar sus actos, basándose en la experiencia
de otra. Me pregunto, si no es nuestro deber conformar nuestros
actos de acuerdo a nuestra propia experiencia”.
Ellen G. White:
“Bien, ahora ha sido así. Yo he estado enferma
y adolorida; y quiero decirte que nunca ha habido una ocasión en
la que haya contraído un compromiso para hablar, sin que no haya