Página 278 - La Voz

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La Voz: Su Educación y Uso Correcto
Bien, yo escribí un artículo acerca de esto cuando estaba en
Santa Elena, porque sentí como si nuestros ministros estuvieran
descendiendo, y había motivo para esto.—
Manuscrito 19b, 1890
.
Mensajes del Espíritu de Dios
—Cuando estoy hablando ante
la gente digo muchas cosas que no han sido premeditadas. El Es-
píritu del Señor con frecuencia viene a mí. Me parece que he sido
transportada fuera de mí misma; la vida y el carácter de diferentes
personas me son presentadas claramente en mi mente. Veo sus erro-
res y peligros, me siento compelida a hablar de lo que me ha sido
presentado.—
Testimonies for the Church 5:678
.
Revelación mediante visiones
—Antes de ponerme de pie, no
pienso en hablar tan claramente como lo hago. Pero el Espíritu de
Dios descansa sobre mí con poder, y no puedo menos que hablar las
palabras que me son dadas. No me atrevo a dejar de expresar una
sola palabra del testimonio... Hablo las palabras que me son dadas
por un poder superior al poder humano, y no podría aunque quisiera,
anular una sola oración.
Durante la noche, el Señor me da instrucciones en símbolos, y
entonces me explica su significado. El me da la palabra, y yo no
me atrevo a rehusar comunicarla al pueblo. El amor de Cristo, y
me atrevo a añadir, el amor por las almas, me constriñe, y no puedo
guardar silencio.—
Manuscrito 22, 1890
.
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Esposo y esposa, forman equipo
—Al principio yo me desen-
volvía con timidez en la obra de hablar en público. Si tenía confianza,
era porque me la daba el Espíritu Santo. Si hablaba con libertad y
poder, era porque Dios me lo permitía. Nuestras reuniones eran
por lo regular dirigidas de tal manera, que ambos tomábamos parte.
Mi esposo daría un discurso doctrinal, luego le seguía yo con una
exhortación de un largo considerable, entremezclando mis senti-
mientos con los de la congregación. De ese modo mi esposo y yo
sembrábamos y regábamos la semilla de la verdad, y Dios daba el
crecimiento.—
Testimonies for the Church 1:75
.
La vida de Cristo y el tema de la salud
—La noche del sábado
hablé de nuevo ante un gran número de personas. El domingo la
Iglesia Metodista estaba abierta. Tu padre habló al mediodía y yo por
la tarde, sobre la vida, los sufrimientos y la resurrección de Cristo.
Me invitaron a hablar por la noche sobre el tema de la salud. Mucho
antes de empezar, el salón estaba totalmente lleno y varios quedaron