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El papel de los maestros
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y sencilla. En sus enseñanzas, él sacaba ilustraciones de las cosas
de la naturaleza, y de las transacciones comunes de la vida, con las
cuales ellos estaban familiarizados. De esta manera la verdad llegaba
a ser para ellos una realidad viviente; las escenas de la naturaleza,
y los asuntos de la vida diaria le repetirían a ellos las preciosas
enseñanzas del Salvador. Cristo quiere que sus siervos, imiten su
forma de enseñar.—
Fundamentals of Christian Education, 242, 243
.
Bondad en el reproche
—Ponga el maestro paz, amor y alegría
en su trabajo. No se permita manifestar ira u ofuscación. Dios lo
mira con intenso interés, para ver si está recibiendo el molde del
divino Maestro. El niño que pierde el dominio propio, es mucho
más disculpable que el maestro, que se permite manifestar ira e
impaciencia. Cuando se ha de hacer un reproche severo, puede, sin
embargo, hacerse con bondad. Evite el maestro el hacer al niño terco,
hablándole con dureza. Haga que a toda corrección, sigan las gotas
del aceite de bondad. No debe nunca olvidar que está tratando con
Cristo, en la persona de uno de sus pequeñuelos.
Sea norma establecida que, en toda disciplina escolar, han de
reinar la fidelidad y el amor. Cuando el maestro corrige a un alumno,
de una manera que no le hace sentir que desea humillarlo, en su
corazón brota el amor hacia el maestro.—
Consejos para los Maestros
Padres y Alumnos acerca de la Educación Cristiana, 202, 203
.
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