Página 36 - La Voz

Basic HTML Version

Capítulo 7—Los estudiantes y el don del habla
El habla es influenciada por la verdad interior
—Si los estu-
diantes tuvieran el valor moral de vivir la verdad día tras día, su
poder santificador ejercería una maravillosa influencia, en su manera
de hablar. Ellos pueden alterar sus métodos y maneras, pero hasta
que el habla no sea santificada, no se producirá ningún fruto. Puede
ser que oigan la verdad, pero no harán cambios decididos, a menos
que coman la Palabra de Dios. Hasta que la verdad se convierta en
parte de ellos mismos, podrán asentir a ella, hasta que alguien se
oponga; pero por su manera de hablar demuestran que la Palabra no
es para ellos el Pan de Vida. Dios ha dado a todos la oportunidad y
el privilegio, de convertirse en participantes de la naturaleza divina,
llegando así, a ser uno con Jesucristo. Pero muchos muestran, por
[49]
sus palabras, que no se alimentan de Jesucristo; y por lo tanto, no
pueden brillar, no pueden comunicar lo que no es su comida, ni su
bebida. El uso del talento del habla, demuestra que ellos solamente
han reunido paja.—
Manuscrito 74, 1897
.
El cultivo de la voz
—Jóvenes y señoritas, ¿puso Dios en vuestro
corazón el deseo de servirle? Entonces, por lo que más queráis,
cultivad vuestra voz hasta el máximo de vuestra capacidad, de modo
que podáis presentar claramente a otros, la preciosa verdad. No
caigáis en la costumbre de orar en tono tan indistinto y bajo, que
vuestras oraciones necesiten intérprete. Orad sencillamente, pero en
forma clara y comprensible. El dejar que la voz baje hasta que no se
pueda oír, no es evidencia de humildad.—
Obreros Evangélicos, 92
.
El poder de la comunicación
—La medida de la utilidad de un
cristiano, se calcula por su poder de comunicar lo que ha recibido,
y ha llegado a experimentar. La educación se queda corta, si los
estudiantes no obtienen un conocimiento de cómo usar la facultad
del habla, y cómo usar lo más ventajosamente posible, la educación
que han obtenido. Los jóvenes deben comenzar desde temprano, a
aprender la forma correcta de hablar.—
Manuscrito 74, 1897
.
32