Página 479 - Joyas de los Testimonios 1 (1971)

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Injertados en Crist
Cristo, en su enseñanza a sus discípulos, les dijo: “Yo soy la vid
verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no
lleva fruto, le quitará: y todo aquel que lleva fruto, le limpiará, para
que lleve más fruto.”
Juan 15:1, 2
. El que está unido con Cristo y
participa de la savia y la nutrición de la vid, realizará las obras de
Cristo. Debe estar en él el amor de Cristo, o no puede estar en la Vid.
El amor supremo hacia Dios, y el amor hacia nuestro prójimo, igual
al que tenemos para con nosotros mismos, es la base de la verdadera
religión.
Cristo pregunta a cada uno de los que profesan su nombre: “¿Me
amas tú?” Si amamos a Jesús, amaremos las almas por las cuales
murió. Puede ser que alguien no tenga un aspecto muy agradable,
tal vez sea deficiente en muchos respectos; pero si tiene fama de
honrado e íntegro, conquistará la confianza de los demás. El amor
a la verdad y la confianza que los hombres pueden depositar en él
superarán los rasgos objetables de su carácter. El ser dignos de con-
fianza en nuestro puesto y vocación, el estar dispuestos a negarnos
a nosotros mismos para beneficio de los demás, impartirá paz al
espíritu y nos brindará el favor de Dios.
Los que quieran andar detenidamente en las pisadas de su abne-
gado Redentor reflejarán en su manera de ser la de Cristo. La pureza
y el amor de Cristo resplandecerán en su vida diaria y su carácter, y
la mansedumbre y la verdad guiarán sus pies. Toda rama fructífera
se podará para que dé más fruto. Aun las ramas fructíferas pueden
ostentar demasiado follaje, y aparentar lo que en realidad no son.
Los seguidores de Cristo pueden hacer alguna obra para el Maestro,
y sin embargo no estar haciendo ni la mitad de lo que podrían hacer.
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El los poda entonces, porque la mundanalidad, la indulgencia propia
y el orgullo se están manifestando en su vida. Los viñadores cortan
los pámpanos sobrantes de las vides y los zarcillos que se aferran a
Testimonios para la Iglesia 4:353-355 (1879)
. (Del cap. “La integridad en los
negocios.”)
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