Página 553 - Joyas de los Testimonios 1 (1971)

Basic HTML Version

La sencillez en el vesti
En su sermón del monte, Cristo exhorta a sus seguidores a no
permitir que su espíritu se abstraiga en las cosas terrenales. Dice
claramente: “No podéis servir a Dios y a Mammón. Por tanto os
digo: No os congojéis por vuestra vida, qué habéis de comer, o qué
habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir: ¿no es
la vida más que el alimento, y el cuerpo que el vestido?” “Y por el
vestido ¿por qué os congojáis? Reparad los lirios del campo, cómo
crecen; no trabajan ni hilan; mas os digo, que ni aun Salomón con
toda su gloria fué vestido así como uno de ellos.”
Mateo 6:24, 25,
28, 29
.
Estas palabras rebosan de significado. Eran aplicables en los días
de Cristo, y lo son en nuestra época. En ellas, Jesús pone en contraste
la sencillez natural de las flores del campo, con el adorno artificial
del vestido. Declara que la gloria de Salomón no podía compararse
con una sola flor en su hermosura natural. Esta es una lección para
todos los que desean conocer y hacer la voluntad de Dios. Jesús
nota el cuidado y la devoción que muchos dedican al vestido, y
nos aconseja y hasta nos ordena que no pensemos demasiado en
él. Es importante que prestemos atención cuidadosa a sus palabras.
Salomón estaba tan embargado por pensamientos de ostentación,
que no elevó su espíritu por una constante communión con el Dios
de la sabiduría. Pasó por alto la perfección y la belleza del carácter
en su propósito de obtener la belleza exterior. Vendió su honor y
la integridad de su carácter al procurar glorificarse a sí mismo ante
el mundo, y finalmente se transformó en un déspota que sostenía
sus lujos extravagantes imponiendo al pueblo tributos excesivos.
Primero se corrompió en su corazón, luego apostató de Dios, y
finalmente adoró a los ídolos.
[593]
Al ver a nuestras hermanas apartarse de la sencillez en el vestir
y cultivar el amor por las modas del mundo, nos afligimos. Al ir
en esa dirección, se están separando de Dios y descuidan el adorno
Testimonios para la Iglesia 4:628-648 (1881)
.
549