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Mente, Carácter y Personalidad 1
Un corazón nuevo significa una mente nueva
Las palabras: “Os daré corazón nuevo” (
Ezequiel 36:26
) signifi-
can: “Te daré una mente nueva”. Este cambio de corazón siempre
está acompañado de un claro concepto del deber cristiano, una com-
prensión de la verdad. La claridad de nuestra visión de la verdad será
proporcional a nuestra comprensión de la Palabra de Dios. Quien
presta una atención devota y cuidadosa a las Escrituras, obtendrá
una comprensión clara y un juicio sólido, como si al volverse a Dios
hubiera alcanzado un grado más alto de inteligencia.—
The Review
and Herald, 10 de noviembre de 1904
.
No ha de leerse con indiferencia
No es seguro para nosotros alejarnos de las Sagradas Escrituras,
y hacer únicamente una lectura casual de sus páginas sagradas [...].
Ustedes deben disponer la mente a realizar la gran tarea que ha sido
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puesta delante de ella, y estudien con un decidido interés, para que
puedan entender la verdad divina. Aquellos que hacen esto, queda-
rán sorprendidos de encontrar lo que la mente puede lograr.—
The
Youth’s Instructor, 29 de junio de 1893
;
Nuestra Elavada Vocacion,
37
.
Educar la memoria ayuda la mente
La mente debe ser refrenada y no se le debe permitir que divague.
Hay que educarla para espaciarse en las Escrituras y en temas nobles
y elevados. Porciones de las Escrituras, aun capítulos enteros, pueden
ser memorizados a fin de repetirlos cuando Satanás venga con sus
tentaciones. El capítulo 58 de Isaías es útil para este propósito.
Construya un muro para el alma con las restricciones e instrucciones
dadas bajo la inspiración del Espíritu de Dios.
Cuando Satanás quiera conducir la mente a detenerse sobre cosas
sensuales y terrenas, se lo puede resistir con más eficacia con un
“así dice Jehová” [...]. Cuando sugiera dudas en cuanto si somos
realmente el pueblo a quien Dios está conduciendo, al cual por
pruebas y aflicciones está preparando para estar firmes en el gran día,
estemos listos para afrontar sus insinuaciones presentando la clara
evidencia de la Palabra de Dios de que este es el pueblo remanente