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Mente, Carácter y Personalidad 1
La inactividad es la mayor maldición para muchos
discapacitados
La inactividad es la mayor maldición que podría caer sobre
la mayoría de los discapacitados. Esto es especialmente cierto de
aquellos cuyos problemas fueron causados o agravados por prácticas
impuras.
Una ocupación liviana en trabajo útil, mientras no agote la mente
o el cuerpo, tiene una influencia favorable sobre ambos. Fortalece los
músculos, mejora la circulación, y le da al inválido la satisfacción
de saber que no es totalmente inútil en este mundo atareado. Al
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principio tal vez pueda hacer muy poco; pero pronto verá que sus
fuerzas aumentan, y la cantidad de trabajo hecho aumenta en forma
correspondiente.
Los médicos a menudo aconsejan a sus pacientes a hacer un
viaje por mar, a ir a una fuente termal o visitar lugares diferentes
para cambiar de clima a fin de recuperar la salud, cuando en nueve
de cada diez casos si comieran en forma moderada y realizaran
ejercicios saludables y con alegría, se sanarían y ahorrarían tiempo y
dinero.—
Manuscrito 90
. (Véase también
El Ministerio de Curación,
183 (1905)
).
El ejercicio debe ser sistemático (consejo a una madre
discapacitada)
El Señor le ha dado una tarea que hacer que él no hará por usted.
Usted debería actuar por principio, en armonía con la ley natural,
sin considerar sus sentimientos. Usted debería comenzar a actuar
según la luz que Dios le ha dado. Tal vez no sea capaz de hacer todo
de una vez, pero puede hacer mucho si avanza gradualmente por fe,
creyendo que Dios será su ayudador, y que él la fortalecerá.
Usted podría hacer ejercicio al caminar y realizar las tareas que
exijan trabajo liviano en su hogar y no depender tanto de otros. La
conciencia de que usted puede hacerlo le dará mayores fuerzas. Si
sus manos estuvieran más ocupadas y su cerebro menos activo en
hacer planes para otros, su fortaleza física y mental aumentarían. Su
cerebro no está ocioso, pero no hay un trabajo correspondiente por
parte de los otros órganos del cuerpo.