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Mente, Carácter y Personalidad 1
jóvenes que se les tiene confianza y pocos serán los que no traten de
mostrarse dignos de ella.—
La Educación, 289, 290 (1903)
.
Es esencial la confianza de los alumnos
El maestro debe estar capacitado para su trabajo. Ha de tener la
sabiduría y el tacto necesarios para entender las mentes. Por grande
que sea su conocimiento científico, por excelentes que sean sus cuali-
dades en otros ramos, si no logra conquistar el respeto y la confianza
de sus alumnos, sus esfuerzos serán vanos.—
La Educación, 278,
279 (1903)
.
Ayudar a los atrasados y a los no promisorios
Si manifiesta bondad, amor, tierna consideración por sus alum-
nos, cosechará de ellos lo mismo como respuesta. Si los maestros
son severos, criticones, altivos, insensibles a los sentimientos de
otros, recibirán lo mismo como reacción. Un hombre que desea
conservar su respeto propio y dignidad debe ser cuidadoso de no
sacrificar el respeto y la dignidad de los demás. Esta regla debería
ser sagradamente observada hacia los más simples, los menores y
los alumnos que más se equivocan.
Lo que Dios hará con estos jóvenes aparentemente sin posibili-
dades usted no lo sabe. Dios ha aceptado y escogido, en el pasado,
a personas precisamente como ellos para hacer una gran obra para
él. Su Espíritu, obrando en el corazón, ha servido como una batería
eléctrica, despertando las facultades aparentemente dormidas a una
acción poderosa y perseverante. El Señor vio en estas piedras áspe-
ras, sin interés y sin pulir, el metal precioso que soportará la prueba
de la tormenta y la tempestad y la fiera prueba del fuego. Dios no
mira lo que el hombre mira, Dios no juzga como el hombre juzga:
él escudriña el corazón.—
Manuscrito 2, 1881
.
Cómo tratar con el estudiante lento
Los maestros deben considerar que están tratando con niños, no
con hombres y mujeres. Son niños que tienen todo por aprender,
y aprender es mucho más difícil para algunos que para otros. El
alumno lento necesita más motivación de la que recibe. Si se pone