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La escuela y el maestro
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sobre estas mentes diferentes a maestros a quienes por naturaleza
les gusta mandar y dictar y engrandecerse por su autoridad, quie-
nes tratan con parcialidad y tienen favoritos por quienes muestran
preferencias mientras tratan a otros con rigor y severidad, se creará
un estado de confusión y de insubordinación.—
Fundamentals of
Christian Education, 269, 270 (1893)
.
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La atmósfera del aula afecta a los estudiantes
La vida religiosa de muchos profesos cristianos es tal que mues-
tra que no son cristianos [...]. Sus propios rasgos de carácter hereda-
dos y cultivados son consentidos como cualidades preciosas cuando
son mortales en su influencia sobre otras mentes. En palabras sen-
cillas y claras: caminan a la luz de sus propias chispas. Tienen una
religión que está sujeta a las circunstancias y controlada por ellas.
Si todo sucede como les agrada y no hay circunstancias irritantes
que hagan aflorar la naturaleza no sometida y no semejante a Cristo,
son condescendientes y agradables y aun muy atractivos. Cuando
hay cosas que ocurren en la familia o en su asociación con otros
que perturban su paz y provocan su mal genio, si pusieran todas las
circunstancias ante Dios y perseveraran en sus pedidos de gracia
antes de comenzar su tarea diaria como maestros, y si conocieran
por sí mismos el poder y la gracia y el amor de Cristo morando en
sus corazones antes de comenzar sus labores, los ángeles del cielo
entrarían con ellos a la sala de clases.
Pero si entran al aula con un espíritu turbado e irritado, la atmós-
fera moral que rodea sus almas estará dejando una impresión sobre
los niños que están bajo su cuidado, y en lugar de estar capacitados
para instruirlos, necesitan que alguien les enseñe las lecciones de
Jesucristo.—
Fundamentals of Christian Education, 265, 266 (1893)
.
Se necesitan paciencia y adaptabilidad (consejos a un maestro)
Usted no tiene éxito como maestro porque no tiene paciencia ni
adaptabilidad. Usted no sabe cómo tratar con las mentes humanas
o cómo impartir conocimiento de la mejor manera posible. Si sus
expectativas no se logran, se impacienta. Usted ha tenido todas las
ventajas en su educación, y sin embargo, no es un maestro sabio.